Hace un siglo de Magritte
La Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona dedica una exposici¨®n al artista surrealista belga
Nubes grises y amenaza de lluvia. Ayer, durante la presentaci¨®n de la exposici¨®n que hasta el 7 de febrero le dedica la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona, no hac¨ªa "un tiempo de Magritte", seg¨²n una expresi¨®n acu?ada por Max Ernst en referencia a los cielos azules y claros del pintor belga. Pero s¨ª que "hace un siglo de Magritte", no s¨®lo porque pasado ma?ana se cumple el centenario de su nacimiento, sino tambi¨¦n porque la influencia de este popular artista surrealista se manifiesta durante este siglo tanto en su recurrente utilizaci¨®n en la publicidad como en las versiones m¨¢s filos¨®ficas de la vanguardia.
"La pintura, para m¨ª, es s¨®lo un medio que me permite formular una idea a partir de algo tomado del mundo visible", dec¨ªa Ren¨¦ Magritte. Y tambi¨¦n: "El poeta que escribe piensa con unas palabras que le son familiares, y el poeta que pinta piensa con figuras familiares de lo visible". Si en algo ha habido coincidencia a la hora de valorar, en principio, la exposici¨®n Magritte, que hoy se inaugura en la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona, ese algo es su clasificaci¨®n por temas m¨¢s que por a?os. La entrada al recinto de la exhibici¨®n es especialmente representativa de los puentes del artista con los movimientos posteriores. Toda una sala dedicada a los Mecanismos del lenguaje, es decir, a las obras en las que Magritte utilizaba palabras o textos en lugar a im¨¢genes claramente reconocibles o de forma paralela a ellas. Son obras -entre las que se incluye una versi¨®n posterior en dibujo de su famoso cuadro Ceci n?est pas une pipe- realizadas en su mayor¨ªa a finales de la d¨¦cada de los veinte, si bien la inclusi¨®n de palabras en sus obras aparece en otros momentos de su trayectoria. "Una palabra puede ocupar el lugar de un objeto en la realidad y cualquier forma puede sustituir la imagen de un objeto", escrib¨ªa el artista.La exposici¨®n sigue con otro apartado que la tradici¨®n contempor¨¢nea ha incorporado como algo propio: Encuentros fortuitos. La combinaci¨®n de elementos aparentemente parad¨®jicos o contradictorios en un mismo contexto. Por ejemplo, una copa de champa?a llena de nubes (La corde sensible, de 1960), la yuxtaposici¨®n en un mismo paisaje de un cielo diurno y una tierra nocturna (L?empire des lumi¨¨res, de 1961) o una salchicha coronada por una especie de casco prusiano (Saucisse casqu¨¦e, de 1929) . "En mi pintura muestro objetos situados en lugares donde nunca se hallan, que vienen a representar con toda verosimilitud el deseo inconsciente de muchas personas", afirmaba.
El apartado Metamorfosis tambi¨¦n tiene relaci¨®n con las transformaciones inesperadas de objetos o cuerpos humanos. Una maternidad en la que la madre tiene la cara del ni?o y al rev¨¦s (L?esprit de g¨¦om¨¦trie, de 1936) o unos pies acabados como zapatos (Le mod¨¨le rouge, de 1953). Dec¨ªa el artista: "En lo que a mi pintura se refiere, nunca muestra algo imaginario. Muestra la realidad completa, es decir, la realidad con su misterio, sin disgregarla de su misterio. Ver un barco en el agua es una visi¨®n de la realidad separada del misterio. Ver el agua en forma de barco es evocar el misterio y ver el agua y el barco".
El cuadro dentro del cuadro es el siguiente apartado de la exposici¨®n. El tema es recurrente en la pintura occidental, pero no es aqu¨ª un recurso formal, sino tambi¨¦n una manera de trastocar la manera de ver o pensar la realidad. Una ventana con los cristales rotos en cuyos pedazos se refleja el imposible reflejo del paisaje (La clef des champs, de 1936) o un cuadro de paisajes situado en un caballete del que salen unas nubes que se esparcen en el espacio cerrado (La vengeance, de entre 1938 y1939) son dos posibles ejemplos. Para cerrar el ciclo tem¨¢tico, se ha escogido el apartado Narrativa y misterio, en el que aparecen claramente reflejadas las influencias que recibi¨® el pintor de la cultura popular del momento, desde el cine al c¨®mic, pasando por las novelas policiacas o de misterio. Referencias al personaje literario y cinematogr¨¢fico de Fant?mas (Le retour de flamme, de 1943) o a otros relacionados con ¨¦l, como Musidora (La voleuse, de 1927), al sistema de vi?etas del c¨®mic (L?homme au journal, de 1928) o directamente misteriosas (L?histoire centrale, de 1928) reflejan ese inter¨¦s por el lenguaje narrativo y de suspense. Dec¨ªa Magritte: "Quienes busquen en mi pintura significados simb¨®licos no captar¨¢n la poes¨ªa y el misterio inherentes a la imagen".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.