Starr sostiene ante el Congreso que Clinton "hace mal uso de su autoridad y su poder"
Kenneth Starr, hostigado por los congresistas dem¨®cratas antes, durante y despu¨¦s de su declaraci¨®n preliminar, present¨® ayer al Comit¨¦ de Asuntos Judiciales de la C¨¢mara de Representantes la imagen de un Bill Clinton que "una y otra vez hace un mal uso de su autoridad y su poder" para bloquear las denuncias presentadas contra ¨¦l en casos civiles o criminales. El fiscal independiente rechaz¨® estar interesado por los aspectos privados de las relaciones sexuales entre Clinton y Monica Lewinsky. Lo que a ¨¦l le preocupa, dijo, son "los delitos de perjurio y obstrucci¨®n a la justicia cometidos al intentar ocultar esa relaci¨®n.
La de ayer fue la primera sesi¨®n de las audiencias del Comit¨¦ sobre el proceso de destituci¨®n de Clinton (impeachment), fue retransmitida en director por nueve cadenas de televisi¨®n y Starr fue el ¨²nico testigo. En la madrugada de ayer continuaba y Henry Hyde, el presidente republicano del Comit¨¦, que la dirig¨ªa con gran sentido del humor, advirti¨® que "nadie se ir¨ªa a dormir hasta terminarla".A medianoche, Zoe Lofgran, congresista dem¨®crata dijo: "Nadie discute que el presidente ha mentido, lo que decimos es que eso es tan s¨®lo un "peque?o crimen o fechor¨ªa". Hyde le record¨® que ¨¦l ha participado en dos destituciones parlamentarias de jueces federales por perjurio.
El origen del caso Lewinsky, record¨® Starr, est¨¢ en la negativa de Clinton a aceptar ante los abogados de Paula Jones que hab¨ªa tenido relaciones sexuales con una subordinada, Lewinsky, en el lugar de trabajo, la Casa Blanca, y en horario laboral. Los abogados de Jones, que acusaba a Clinton de acoso sexual, ten¨ªan derecho a preguntarle al respecto en virtud de la ley que el propio Clinton, a petici¨®n de las feministas, firm¨® en 1994. Esa ley autoriza a la demandante a reconstruir la vida sexual del demandado.
"Al menos en seis ocasiones, entre diciembre de 1997 y agosto de 1998, el presidente tuvo que decidir entre decir la verdad o escoger la mentira, y en las seis ocasiones escogi¨® la mentira", dijo Starr. Y dos veces bajo juramento: ante los abogados de Jones y ante el gran jurado que orquestaba Starr. El perjurio es delito en EEUU. M¨¢s de 100 personas est¨¢n encarceladas por mentir bajo juramento, entre ellas varias que lo hicieron respecto a su vida sexual.
Starr dijo que no acusa al presidente por su comportamiento sexual. "Mi informe al Congreso", se?al¨®, "no sugiere en ning¨²n momento que la relaci¨®n entre el presidente y la se?orita Lewinsky pueda ser un serio crimen o fechor¨ªa. La naturaleza de esa relaci¨®n no me preocupa. Lo que me preocupa es que el presidente mintiera, obstruyera la acci¨®n de los abogados de Jones y de mi propia oficina y presionara a los testigos".
Tranquilo, incluso en los momentos en que le interrogaban los dem¨®cratas, Starr puso el acento en su tesis principal. "Nadie est¨¢ autorizado a mentir bajo juramento porque no le gusten las preguntas o piense que el caso es fr¨ªvolo o pol¨ªticamente motivado". El fiscal insisti¨® en que el presidente no puede estar por encima de la ley.
Starr cree haber acumulado suficientes pruebas para procesar al presidente por el caso Lewinsky, aunque, a?adi¨®, el Congreso es libre de estar en desacuerdo con ¨¦l. Pero reconoci¨® que no ha podido construir una acusaci¨®n s¨®lida en el caso Whitewater.
El abuso de poder cometido por Clinton al usar los recursos de la Casa Blanca para oponerse a todas las investigaciones contra su persona -Whitewater, Lewinsky, Paula Jones, financiaci¨®n de la campa?a electoral- es motivo suficiente, seg¨²n Starr, para apartarle del poder. En 1974 Richard Nixon fue procesado por el comit¨¦ de Asuntos Judiciales por "mentir al pueblo" y "obstruir la acci¨®n de la justicia" en relaci¨®n al caso de espionaje pol¨ªtico Watergate.
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