Adi¨®s al '?Hola!'
Suspendida en Cuba la venta de 'revistas del coraz¨®n' por su "banalidad y esp¨ªritu consumista"
Hace aproximadamente dos semanas desaparecieron de las recepciones de los hoteles y de algunas tiendas de correos de La Habana el ?Hola! y media docena m¨¢s de revistas del coraz¨®n y de modas. ?La raz¨®n? Su "banalidad y esp¨ªritu consumista" casan poco y mal con el esp¨ªritu de la revoluci¨®n cubana.El hecho sorprendi¨® tanto a los empleados como a los clientes que compraban con regularidad este tipo de prensa -en su mayor¨ªa extranjeros, pero tambi¨¦n cubanos-, pues desde hace varios a?os las revistas del coraz¨®n se vend¨ªan "por la libre" en las instalaciones tur¨ªsticas de la capital, junto a prensa seria, como Time, EL PA?S o Financial Times.
Como un presagio de lo que se avecinaba, d¨ªas antes de la misteriosa desaparici¨®n de ?Hola!, alguien orden¨® recoger de telecorreos las novelas de Cor¨ªn Tellado, que se comercializaban con ¨¦xito al precio de 1 d¨®lar y 30 centavos (cerca de 200 pesetas).
Las revistas vetadas son las espa?olas ?Hola!, Semana, Pronto y Diez Minutos, as¨ª como Buen Hogar y las ediciones mexicanas de Vanidades y Cosmopolitan. Se da la circunstancia curiosa de que en el caso de Elle se ha suspendido s¨®lo la venta de la edici¨®n en espa?ol, pero sigue comercializ¨¢ndose la edici¨®n en franc¨¦s.
La venta de estas revistas era modesta. Oscilaba entre unos 100 ejemplares semanales de ?Hola! (cuyo precio de venta al p¨²blico era de 5 d¨®lares con 40 centavos, unas 750 pesetas; en Espa?a cuesta 250 pesetas), y cerca de 350 n¨²meros de Vanidades (publicaci¨®n quincenal que se vend¨ªa a 5,90 d¨®lares).
Los clientes de este tipo de revistas eran, sobre todo, turistas, diplom¨¢ticos y residentes extranjeros en Cuba, y s¨®lo algunos cubanos privilegiados (gerentes de firmas extranjeras o personas con familia en Estados Unidos de las que reciben dinero) compraban de vez en cuando la prensa del coraz¨®n. El salario de un obrero cubano es aproximadamente de 200 pesos mensuales, equivalente a 10 d¨®lares al cambio oficial.
Sin embargo, al menos en La Habana, las revistas que se vend¨ªan llegaban de una u otra forma al p¨²blico cubano, bien manoseadas a trav¨¦s de un amigo, o acudiendo a un banco de ?Holas!, peque?o negocio creado por un listillo que alquila los n¨²meros atrasados a precios m¨®dicos.
Hasta el momento, ninguna instituci¨®n oficial ha dado explicaciones sobre la suspensi¨®n de la venta de la prensa del coraz¨®n. Tampoco se explica nadie por qu¨¦ desde hace dos semanas s¨®lo se puede comercializar EL PA?S (la venta diaria es de aproximadamente 200 ejemplares) y otros peri¨®dicos y revistas extranjeros en los hoteles, y ya no en los telecorreos de la calle, que ten¨ªan autorizaci¨®n para hacerlo.
La gerencia de World Service Publications (WSP), la empresa cubana que se encarga de comprar y comercializar en la isla la prensa extranjera, se limit¨® a decir a este diario que se trataba de "una suspensi¨®n temporal" de las ventas, pero sin alegar razones de tipo ideol¨®gico o pol¨ªtico para justificar la prohibici¨®n. Simplemente, WSP, que tambi¨¦n distribu¨ªa antes las novelas de Cor¨ªn Tellado, desde hace 15 d¨ªas no compra m¨¢s revistas en Espa?a y en M¨¦xico para venderlas en los hoteles de La Habana.
Un repaso reciente a la prensa oficial cubana es revelador sobre el ambiente ideol¨®gico que ha rodeado la decisi¨®n. El mes pasado, el semanario Juventud Rebelde publicaba un espeso art¨ªculo en el que atacaba las novelas de Cor¨ªn Tellado y criticaba la tolerancia de algunas instituciones cubanas que han permitido su venta. "La apertura al mercado, el intercambio creciente con el capital extranjero, el necesario esfuerzo por recuperar nuestra econom¨ªa y las desigualdades dolorosas pero inevitables no excluyen la protecci¨®n de aquellos terrenos ganados por la naci¨®n", dec¨ªa Juventud Rebelde. "Mucho debemos cuidarnos de peligrosas regresiones que resultan del calco de lo peor y m¨¢s decadente del consumismo capitalista", remataba.
El semanario Tribuna de La Habana se refer¨ªa directamente a ?Hola! y Vanidades como las "fuentes de informaci¨®n" a las que acuden los "j¨®venes discotequeros" para copiar modelos extranjeros. De momento, hasta que haya cambio de orden, los cubanos le han dicho adi¨®s al ?Hola! y al resto de la prensa del coraz¨®n.
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