Gram¨¢tica parda
Esto del alto al fuego tiene ventajas innegables. Ahora puede uno decir cuanto le venga en gana sin verse expuesto a represalias sangrientas. Pues bien, voy a servirme de tan halag¨¹e?a circunstancia para hablarles de otra cosa. Pongamos que de gram¨¢tica. Resulta que las oposiciones a polic¨ªa foral convocadas por el Gobierno de Navarra han sido impugnadas al existir graves discrepancias de ¨ªndole sint¨¢ctica entre el tribunal nombrado para juzgarlas y un candidato forofo de la gram¨¢tica. Y todo por culpa de un ciclista. Hasta los m¨¢s olvidadizos recordamos la pesquisa policial que acorrala a los culpables de la muerte de un ciclista en aquella s¨®rdida pel¨ªcula de Bardem; lo que nunca hubi¨¦ramos imaginado es que la polic¨ªa pudiera verse envuelta en una investigaci¨®n gramatical, y menos que fracasara contundentemente ante el pedaleo de un ciclista de lo m¨¢s vulgar. Vulgar y un poco bruto. Ver¨¢n: la pregunta n¨²mero 19 de la susodicha oposici¨®n ped¨ªa que se estableciera si el que sufre en la frase "El ciclista golpe¨® a su rival", era complemento directo o indirecto. El tribunal, metiendo la pata hasta el zancarr¨®n, que es como si hubiera metido un complemento circunstancial a modo, dio por bueno el objeto indirecto, mereciendo no ya el suspenso sino entregar la placa. Bastaba con haber puesto en pasiva la oraci¨®n de marras, como se sabe desde antes de que existieran los de Asuntos Internos, para fallar que, adem¨¢s de v¨ªctima, el pobre rival era un complemento directo sin que ello le convierta forzosamente en ladr¨®n de bicicletas, pero siempre pasan cosas raras cuando hay tortas de por medio. De ah¨ª que muchos candidatos se tiraran hacia el indirecto, porque bastante triste es ir por la vida de complemento para que encima haya que hacerlo sin rodeos. ?Acaso no han intercambiado m¨¢s Olano y Zulle -equipos, no jeringuillas, so malpensados- sin que nadie se haya rasgado el maillot? C¨¦lebre es la frase con que Baroja expresaba su estupor al no acertar si bajaba de zapatillas, con zapatillas o a zapatilla, pero, dado que se trata siempre del mismo circunstancial por diferente collar que lleve, la pega es m¨ªnima. Otra cosa es cuando nuestro sufrido foral, adem¨¢s de decidir si multa por, desde o seg¨²n el bol¨ªgrafo, tenga que decidir si el multado es objeto directo o c¨®mplice. ?Ser¨¢n intercambiables el sujero agente y el sujeto paciente cuando haya de por medio un cuchillo? No creo que exista test de alcoholemia capaz de medir el tono de un interfecto pillado en situaci¨®n de pasiva refleja, como tampoco es f¨¢cil que haya regla fija a la hora de establecer si ha de exigirse cond¨®n ante los verbos copulativos. Y lo que vale para un foral vale para un ertzaina. En la mente de todos est¨¢ el caso de ese preso etarra que, vali¨¦ndose de un cursillo posiblemente de gram¨¢tica parda, ha conseguido, mediante la inestimable colaboraci¨®n de la monitora, verse acercado de C¨¢diz a Nanclares, salt¨¢ndose todas las previsiones del Gobierno y algunas de las amenazas de Arzalluz e inaugurando una v¨ªa in¨¦dita, po¨¦tica y deseable. El estupendo chandr¨ªo podr¨ªa caer dentro de las oraciones reflexivas si no le cuadrara mejor ser tachado de bimembre y transitivo, ?o no transit¨® el reo?, aunque tambi¨¦n le quepa lo de, ag¨¢rrense porque existe, enunciado optativo con antecedente callado. Espero que lo dicho hasta aqu¨ª baste para dejar patente la importancia de la sintaxis y lo peligroso que puede resultar ir por la vida d¨¢ndole patadas al diccionario de autoridades, por penitenciarias que sean y por mucho que se a?ore otro marco de decisi¨®n e incluso el desmadre (ese "juego democr¨¢tico sin l¨ªmites", que ha dicho Rafa D¨ªez). Devolviendo a la lengua el lugar que no debe ocupar la pistola evitar¨ªamos cometer impropiedades como la que podr¨ªa haber cometido el m¨¢s humilde poli de no haberlo pertetrado antes el periodista que, al volcarse sobre cierto penoso suceso, lo transform¨® en chiste y galimat¨ªas titul¨¢ndolo torpemente: "Intenta asfixiar a su madre con una almohada por el piso".
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