La paz gana en las urnas

VIENE DE LA P?GINA 1 Con s¨®lo 9 a?os, Eneko tiene unas cuantas cosas muy claras. Decidi¨® su voto tan pronto como le explicaron cu¨¢les eran las 12 opciones. Marc¨® el derecho a una familia que me quiera y me oriente: "Es lo que m¨¢s me gusta, que todos los ni?os tengan una familia que no se separe. Es una pena que haya ni?os solos". Lo explica como la solemnidad de un adulto. Eneko vive en un medio poco propicio para cualquiera, y menos para quien s¨®lo levanta un palmo del suelo. Su barrio, en Bilbao, es uno de los m¨¢s carcomidos por la droga y el paro. Eneko cuenta que es hijo ¨²nico. "Ten¨ªa cuatro hermanos, pero se murieron; bueno, no nacieron", precisa. Quiz¨¢ por eso la familia es para ¨¦l esencial. Niega tajante que estas elecciones infantiles -las primeras que Unicef celebra en Europa tras varias experiencias similares en pa¨ªses latinoamericanos- sean un juego. "Son una cosa muy seria". Tan seria que, por si las moscas, vot¨® a primera hora, poco despu¨¦s de las 10 de la ma?ana. La voluntaria de Unicef encargada de la mesa electoral apunta que ha sido el segundo votante de su colegio. Su padre le acompa?¨® mientras su madre se quedaba en la cama. "He intentado levantarle pero...", dice a modo de excusa. A Eneko ejercer la democracia le ha hecho una ilusi¨®n tremenda. Como a casi todos los ni?os vascos de entre 8 y 11 a?os que ayer se estrenaron en las urnas. Este chaval de expresi¨®n seria no recuerda que sus padres hayan votado jam¨¢s. La mayor¨ªa de los electores estaba orgulloso de ser, por una vez, protagonista. En esta ocasi¨®n los padres eran los actores secundarios. La situaci¨®n era diametralmente opuesta a la vivida el pasado 25 de octubre, cuando los vascos mayores de edad eligieron su Parlamento. En los pasillos de uno de los 280 colegios electorales repartidos por Euskadi, varios padres recordaban que no fue hasta cumplida la veintena, una vez muerto Franco, cuando se estrenaron en unos comicios. Decisi¨®n en solitario "Lo he decidido yo solo", dec¨ªan casi todos. Eligieron despu¨¦s de que esta semana les explicaran en clase qu¨¦ hay tras ese t¨ªtulo que ninguno ha retenido, la Convenci¨®n Internacional de los Derechos del Ni?o. "Porque los ni?os no deben ser maltratados", Jennifer eligi¨® el derecho a la protecci¨®n. Su madre, Bienvenida, explicaba a pocos metros de la urna que la iniciativa de Unicef le parece fant¨¢stica "para que los ni?os tengan una idea clara de qu¨¦ quieren". Otra madre confiesa en cambio que no cree que su hijo de 10 a?os y los dos amigos con los que ha ido a votar tengan muy claro de qu¨¦ va esta campa?a, La voz de la infancia. Para Iria la solidaridad, el derecho a que todos los pa¨ªses colaboren en el desarrollo de todos los ni?os, es lo m¨¢s urgente para los de su edad. Vestida con un elegante abrigo y zapatos rojos, luc¨ªa una trenza adornada con un enorme lazo de cuadros escoceses. Esta ni?a del centro de Bilbao reconoci¨® que tiene todo lo que necesita. "Pero hay muchos ni?os que no tienen nada, que les falta cari?o o que no tienen padres". Ha votado por ellos, por los desamparados de su edad. Un chaleco azul de Unicef indica que Isabel es voluntaria. Esta mujer que trabaja a diario con ni?os desfavorecidos afirma haber percibido que los chavales asocian la reivindicaci¨®n de sus derechos con lo que ocurre en pa¨ªses subdesarrollados. "No son conscientes de que aqu¨ª tambi¨¦n hay ni?os con necesidades".