Caballero se jug¨® la vida
Manuel Caballero se jug¨® la vida al enfrentarse a dos peligrosos bichos dando una lecci¨®n de pundonor y oficio y Rafael Ortega bord¨® el toreo aprovechando la clase del ¨²nico ejemplar de Huich¨¢pan que funcion¨®.Manuel Caballero coloc¨® en los medios al prob¨®n tercero con dos muletazos de tir¨®n y lidi¨¢ndolo inteligentemente hizo que acometiera.
El m¨¦rito de la faena a Texcocano, pitado en el arrastre, fue que exponiendo horrores encel¨® a la bestia, que ten¨ªa genio y un peligro sordo. A base de no quitarle la sarga de la cara y de aguantarlo logr¨® hacerlo embestir y le enjaret¨® tres dram¨¢ticas series de redondos.
Poni¨¦ndose frente a la cuna de los pitones le exprimi¨® recorridos por el izquierdo para enhebrar limpios naturales. Culmin¨® su gesta ejecutando con verdad y hombr¨ªa la suerte suprema.
Huich¨¢pan / Mej¨ªa, Ortega, Caballero
Toros de Huich¨¢pan, 1?, 2? y 3? chicos, resto presentables; 1?, 2? y 4?, fieros y dif¨ªciles 3,?peligroso; 6?, manso; 5?, bravo.Manolo Mej¨ªa: pinchazo, media baja y estocada ca¨ªda (divisi¨®n); pinchazo -aviso-, pinchazo hondo, metisaca y estocada desprendida (pitos). Rafael Ortega: estocada delantera (ovaci¨®n y salida al tercio); media tendida y descabello (oreja). Manuel Caballero: estocada (oreja); estocada tendida, un descabello -aviso- y cuatro descabellos (ovaci¨®n y saludos). Monumental Plaza M¨¦xico, 22 de noviembre. Tercera corrida de la temporada. Un tercio de entrada.
Los arreones, brincos y tornillazos a diestra y siniestra del sexto, pitado en el arrastre, eran para amedrentar al m¨¢s pintado pero Caballero mostr¨® su sitio con un h¨¢bil trasteo en el que el albacete?o no s¨®lo supo reponerse y evitar que al revolverse a la mitad del viaje lo alcanzaran los ga?afonazos que le tiraba al cuerpo la mansa alima?a, sino que se dio el gusto de torearlo por naturales en la misma querencia.
Emoci¨®n
La completa actuaci¨®n de Rafael Ortega con Fara¨®n, corrido en quinto lugar y que mereci¨® el arrastre lento por su nobleza, lo llev¨® a estructurar una faena en la que destac¨® el art¨ªstico acompasamiento del recorrido de la res brava y el se?or¨ªo de su toreo que hizo vibrar de emoci¨®n a la concurrencia.Sus chicuelinas, sus series de derechazos y naturales se caracterizaron por su belleza y pureza.
Con el segundo, protestado por su cara de novillo y pitado en el arrastre porque acab¨® soseando, el diestro de Apizaco mostr¨® su faceta de lidiador.
Ante el bronco que abri¨® plaza, Manolo Mej¨ªa estuvo empe?oso pero no lo pudo dome?ar.
El diestro de Tacuba batall¨® con el codicioso cuarto, aplaudido en el arrastre, pero s¨®lo logr¨® acoplarse en dos series por abajo, raz¨®n por la que fue abucheado al abandonar el coso.
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