El an¨¢lisis de ADN revoluciona la bot¨¢nica y obliga a reclasificar el reino de las plantas
Un centenar de cient¨ªficos descubre parentescos insospechados entre muchas especies
Un loto y un nen¨²far ya no son los parientes pr¨®ximos que aparentan ser. Los sencillos pl¨¢tanos, ¨¢rboles que adornan numerosos paseos y plazas de todo el mundo, aparecen ahora como el familiar m¨¢s cercano de la flor sagrada del budismo. Es una de las muchas y sorprendentes conclusiones a las que ha llegado el equipo cient¨ªfico internacional del Royal Botanic Gardens, situado en Kew (Londres), utilizando los an¨¢lisis del ADN para reescribir las relaciones de parentesco entre las plantas. Los datos suponen una verdadera revoluci¨®n de la ciencia de la bot¨¢nica.
Carl von Linneo era un bot¨¢nico sueco dotado de un gran poder de observaci¨®n. Su clasificaci¨®n sistem¨¢tica de las especies de plantas conocidas en el siglo XVIII leg¨® a la posteridad la nomenclatura latina para darles un nombre y describir sus grupos. Pero, no contentos con examinar de cerca el aspecto de las flores, sus colegas del borde del siglo XXI han echado un vistazo a su c¨®digo gen¨¦tico. Y la sorpresa ha sido may¨²scula.Su trabajo ha contado con el apoyo de un centenar de expertos y otras dos instituciones, la universidad sueca de Upsala y la estadounidense de Harvard. A lo largo de siete a?os, y a las ¨®rdenes del brit¨¢nico Mark Chase, han comparado los genes de las 565 familias conocidas de plantas con flor. Cuando el estudio definitivo sea publicado el pr¨®ximo mes en la revista Annals of the Missouri Botanical Garden, el lector descubrir¨¢, por ejemplo, que la papaya, una fruta caribe?a, no tiene nada que ver con otra igualmente ex¨®tica, la fruta de la pasi¨®n. La col, humilde planta comestible, es por el contrario su prima hermana. Lo peor es que la rosa, venerada en todo el mundo hasta el extremo de representar la quintaesencia femenina, est¨¢ muy cerca de la ortiga, el endrino y los higos.
"Puede decirse que hemos hecho un verdadero descubrimiento. Nunca antes se hab¨ªa clasificado as¨ª un grupo amplio de organismos como las flores, vitales para la vida en la tierra y con un valor econ¨®mico y cient¨ªfico evidente", ha declarado al rotativo The Independent el propio Mark Chase. Responsable con su equipo londinense de la mayor¨ªa de los an¨¢lisis, reconoce que el poder de la biolog¨ªa molecular ha desbaratado "una clasificaci¨®n tradicional basada s¨®lo en la morfolog¨ªa" y sujeta a error.
A Linneo, un enamorado de las flores desde la infancia, le llev¨® toda la vida organizar su propio y enorme ¨¢lbum bot¨¢nico. Chase y los suyos han tardado casi una d¨¦cada en comparar el ADN vegetal a gran escala. Entre los genes examinados -tres por cada una de las 565 plantas que representan a todas las familias con flor- aparece el que controla la fotos¨ªntesis. Dicho proceso metab¨®lico sintetiza sustancias org¨¢nicas utilizando la energ¨ªa de la luz.
En el caso del loto (nelumbo nucifera) y el pl¨¢tano de paseo (platanus hybrida) el nuevo parentesco mueve incluso a la sonrisa. La hermosa flor milenaria y sagrada de la India, China y el T¨ªbet tiene unos genes similares a los del ¨²nico ¨¢rbol que resisti¨® en el pasado los humos y las nieblas de Londres, tan evocadores como contaminantes.
En el nuevo ¨¢rbol geneal¨®gico propuesto ahora no quedan en pie ni las orqu¨ªdeas, flor ornamental por antonomasia. Por bellos que sean los lirios, no guardan relaci¨®n alguna con ellas. Y las ornamentales peon¨ªas, de flores rojas o ros¨¢ceas, ya no pueden considerarse unidas a las ranuncul¨¢ceas (plantas herb¨¢ceas anuales).
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