Escuelas sin pupitres en Irak

Las calles de Bagdad se han llenado un a?o m¨¢s con los uniformes azul marino de los escolares que vuelven a clase; pero, tras ocho a?os de sanciones internacionales, los ni?os iraqu¨ªes sufren las carencias de un sector que ha dejado de ser prioritario frente a la urgencia de conseguir alimentos y medicinas. La falta de bol¨ªgrafos y libretas resulta insignificante ante la necesidad de 5.000 nuevas escuelas y 300.000 pupitres s¨®lo para acoger a los nuevos alumnos. Otros 8.000 centros escolares requieren una urgente rehabilitaci¨®n en todo el pa¨ªs.Las cifras facilitadas por el Ministerio iraqu¨ª de Educaci¨®n son corroboradas por las agencias de la ONU que trabajan sobre el terreno. "Se trata de un sector que ha sufrido enormemente durante los pasados ocho a?os y que necesita mucho apoyo", explica Eric Falt, portavoz de la Oficina del Coordinador Humanitario para Irak de Naciones Unidas, haci¨¦ndose eco de las dificultades que atraviesa Irak a causa de las sanciones impuestas por la comunidad internacional tras la guerra del Golfo. D¨ªas atr¨¢s, el pa¨ªs estuvo a punto de volver a sufrir un bombardeo de Estados Unidos por obstaculizar las tareas de los inspectores de la ONU para acabar con su capacidad de fabricar armas de destrucci¨®n masiva.

Sin libros de texto

"La falta de mantenimiento, la discontinuidad en el abastecimiento de libros de texto, libretas y otros materiales b¨¢sicos para la ense?anza hacen imposible mantener los niveles educativos", manifiesta con preocupaci¨®n Falt.Desde que se inici¨® en 1996 el programa petr¨®leo por alimentos (que autoriza a Irak la venta de cantidades limitadas de petr¨®leo para poder comprar art¨ªculos de primera necesidad), un total de 81 millones de d¨®lares (unos 12.000 millones de pesetas) se han dedicado a la educaci¨®n. La esperanza de ampliar esa cifra con 100 millones de d¨®lares durante el cuarto semestre del programa se ha visto frustrada por la reducci¨®n de los ingresos del petr¨®leo previstos.

El ex coordinador humanitario, Denis J. Halliday, que dej¨® su cargo el pasado 30 de septiembre, reconoci¨® entonces que "la devastaci¨®n del sistema educativo iraqu¨ª requiere mucho m¨¢s de lo que permite el actual programa".

Con todo, las agencias de Naciones Unidas han logrado algunos progresos durante el ¨²ltimo a?o y medio, se?ala Falt. Su oficina informa de que con el dinero asignado durante las fases I y II del programa se han distribuido 50.250 pupitres y 25.000 pizarras. Y lo que es m¨¢s importante, estos ¨²tiles fueron fabricados localmente con materiales importados. El detalle es crucial por un doble motivo: adem¨¢s del ahorro de divisas que supone el montaje dentro del pa¨ªs (Irak s¨®lo dispone de los ingresos que proporciona el petr¨®leo vendido bajo supervisi¨®n de la ONU), la medida permite ofrecer puestos de trabajo en un momento en que el paro hace estragos en la sociedad.

Otro aspecto en el que la misi¨®n humanitaria ha colaborado es el de la impresi¨®n de libros de texto. La producci¨®n en Bagdad se ha duplicado hasta el 30% de su anterior capacidad, una cifra nada desde?able si se considera que s¨®lo funciona una cuarta parte de las impresoras, debido a la falta de recambios y personal.

El panorama se complica a¨²n m¨¢s si se considera que el Gobierno iraqu¨ª s¨®lo controla dos tercios del pa¨ªs (el centro y el sur). En el norte, la regi¨®n de mayor¨ªa kurda, la ONU tiene que ocuparse incluso de la ejecuci¨®n de los proyectos. Como ejemplo, Unicef est¨¢ poniendo en marcha una planta de impresi¨®n en Erbil, adonde a finales del mes pasado lleg¨® el primero de tres cargamentos con m¨¢quinas offset, repuestos para la maquinaria existente y un generador, entre otros. Tambi¨¦n en esa zona, la Unesco ha recibido materiales para fabricar 47.000 pupitres y ya se han distribuido 64.840 en las escuelas de las tres provincias del norte.

En la actualidad, la disminuci¨®n de ingresos que afecta al conjunto del pa¨ªs ha reducido a 17 millones de d¨®lares (2.400, de pesetas) los 47 millones (6.600, de pesetas) inicialmente previstos para educaci¨®n en esta zona.

"Las actuales dificultades resultan especialmente graves, dado que se producen en un pa¨ªs que ha disfrutado de un alto nivel de educaci¨®n y que, de hecho, ten¨ªa fama en todo Oriente Pr¨®ximo por la calidad de sus escuelas", manifiesta Falt, que reconoce que la tasa de abandono de la escuela es muy alta.

Aunque las autoridades no facilitan cifras, el problema es visible. Una imagen inusitada ocho a?os atr¨¢s se empieza a generalizar: ni?os en edad escolar vendiendo chicles en los sem¨¢foros o mendigando. "En los sectores humildes, no se ve el beneficio inmediato de la escolarizaci¨®n", dice una madre que quiere que sus dos hijos prosigan su educaci¨®n.