El funeral de la diputada rusa asesinada refleja el miedo a la desestabilizaci¨®n
El funeral por Galina Starov¨®itova, la respetada parlamentaria liberal asesinada el viernes en San Petersburgo, se convirti¨® ayer en esta misma ciudad, cuna de la revoluci¨®n bolchevique, en un acto de catarsis colectiva. Los miles de personas que aguantaron horas bajo un fr¨ªo polar para contemplar el cad¨¢ver de quien fue un raro s¨ªmbolo de honradez y coherencia, reflejaban el temor a que la situaci¨®n se escape de las manos de los pol¨ªticos. En plena crisis econ¨®mica y social, con los criminales campando por sus respetos, sin que la vida humana valga un rublo, con un Gobierno que no acaba de despegar y un presidente incapaz, el peligro de desestabilizaci¨®n es alarmantemente real.
Dos ex primeros ministros (V¨ªktor Chernomirdin y Sergu¨¦i Kiriyenko) y dos ex vicejefes de Gobierno (Anatoli Chub¨¢is y Bor¨ªs Nemtsov), todos ellos del bando perdedor tras la crisis que estall¨® el 17 de agosto, velaron el cad¨¢ver en el sal¨®n de m¨¢rmol del Museo Etnogr¨¢fico y convirtieron en la pr¨¢ctica la capilla ardiente en plataforma para un episodio m¨¢s de la lucha entre reformistas radicales y comunistas que domina estos d¨ªas la pol¨ªtica rusa.Anatoli Chub¨¢is, el padre de dos pol¨¦micos procesos de privatizaci¨®n y, por eso mismo, uno de los hombres m¨¢s odiados de Rusia, sigui¨® ejerciendo ayer su nuevo papel de portavoz de la v¨ªa cuya derrota se plasma en el Gobierno de Yevgueni Primakov. "?Quieren asustarnos?", dijo. "Pues no lo conseguir¨¢n. Matan a los que se cruzan en su camino, el de los comunistas y bandidos".
El principal eco a estas palabras lleg¨® desde Minsk, la capital bielorrusa, donde el magnate Bor¨ªs Berezovski, paradigma de un poder f¨¢ctico ahora debilitado, declar¨® que el partido comunista "defiende p¨²blicamente una ideolog¨ªa nazi y debe ser prohibido".
Pese a todo este clamor, no hay la m¨¢s m¨ªnima prueba o indicio que ligue a los comunistas con el asesinato. El partido de Guennadi Ziug¨¢nov y ¨¦l mismo lo han condenado con energ¨ªa y lo atribuyen a la incompetencia de los ¨®rganos de seguridad, incapaces de resolver ninguno de los grandes cr¨ªmenes de los ¨²ltimos a?os.
Seg¨²n el secretario de la Comunidad de Estados Independientes, miembro privilegiado de la corte de Yeltsin y que controla peri¨®dicos y canales de televisi¨®n, "el factor clave de la crisis no es la enfermedad del presidente, sino la oposici¨®n comunista, que hace todo lo posible para impedir que se completen las reformas y, en la pr¨¢ctica, ha lanzado una progresiva contrarrevoluci¨®n".
Platon, hijo de Starov¨®itova, afirm¨® que "los asesinos y quienes les contrataron no podr¨¢n escapar a la furia del pueblo". Sin embargo, la representante de Yeltsin en el funeral, la viceprimera ministra Valentina Matviyenko, ofreci¨® un pat¨¦tico testimonio de impotencia al pedir perd¨®n en nombre de un Estado incapaz de proteger la vida de los ciudadanos "Es terrible", se?al¨®, "que se haya convertido en normal que se mate a religiosos, periodistas y diputados".
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