El Doctor Muerte sienta a la eutanasia en el banquillo

Es muy improbable que un jurado encuentre culpable al doctor Jack Kevorkian, m¨¢s conocido en EE UU como el Doctor Muerte, del delito m¨¢s grave del que le acusa el fiscal: asesinato premeditado en primer grado. Ning¨²n jurista anticipa una condena a cadena perpetua por haber inyectado una sustancia letal a un enfermo terminal que rog¨® al m¨¦dico que acabara con su vida. Todos esperan que, como en las tres ocasiones anteriores, los doce hombres del jurado mostrar¨¢n piedad.Kevorkian se present¨® a ¨²ltima hora del mi¨¦rcoles en un tribunal de las afueras de Detroit (Michigan), donde fue acusado formalmente de asesinato premeditado en primer grado, asistencia criminal a un suicidio y administraci¨®n de sustancia letal. David Gorcyca, fiscal del condado de Oakland, pidi¨® al juez que decretara la prisi¨®n de Kevorkian "para prevenir m¨¢s asesinatos".

Sin embargo, el magistrado dio un anticipo de lo que puede ser una futura decisi¨®n del jurado: permiti¨® la libertad bajo fianza del m¨¦dico previo pago de 750.000 d¨®lares (m¨¢s de 100 millones de pesetas). El juez Robert Crawford oblig¨® a Kevorkian a prometer que hasta la fecha del juicio no participar¨¢ en "ning¨²n homicidio, ning¨²n crimen piadoso, o como quiera usted llamarlo". Con cierto sarcasmo, Kevorkian replic¨®: "Se?or¨ªa, no me pondr¨¢n ni una multa por mal aparcamiento".

De hecho, Kevorkian ya hab¨ªa logrado su objetivo. El Doctor Muerte ha repetido incansablemente que deseaba ser detenido y so?aba con ir a la c¨¢rcel para iniciar all¨ª una huelga de hambre que despertase todav¨ªa m¨¢s publicidad sobre su causa particular: la legalizaci¨®n de la eutanasia pasiva y activa.

Pirueta medi¨¢tica

Su ¨²ltima pirueta medi¨¢tica fue entregar a un programa de televisi¨®n un v¨ªdeo en el que hab¨ªa grabado c¨®mo administraba personalmente una sustancia letal a un paciente terminal que sufr¨ªa esclerosis m¨²ltiple. La CBS emiti¨® la grabaci¨®n en 60 Minutes el domingo por la noche. El fiscal tard¨® tres d¨ªas en actuar. Para ayudarle a tomar la decisi¨®n, Kevorkian pidi¨® en el diario Oakland Press de Michigan: "Quiero ser perseguido judicialmente por practicar la eutanasia. Voy a demostrar que esto no es un delito".Tres veces ha conseguido ya Kevorkian que un jurado le declare inocente de unos delitos merecedores de cadena perpetua, seg¨²n la ley de EE UU. Ning¨²n jurado ha sido capaz de igualar el crimen del doctor con el de un delincuente que mata a sangre fr¨ªa.