Barcelona acoge la 37? edici¨®n del Sal¨®n N¨¢utico

A lo largo de esta semana, los ciudadanos que se acerquen al recinto ferial de Montju?c y a las aguas del Port Vell comprobar¨¢n que no s¨®lo los espl¨¦ndidos y lujosos yates que inundan los escenarios de las producciones cinematogr¨¢ficas son un sue?o de Hollywood, ni que tampoco pertenecen a caprichos de los m¨¢s afortunados jeques ¨¢rabes. Tambi¨¦n aqu¨ª, en Barcelona, los que asistan a la 37? edici¨®n del Sal¨®n N¨¢utico Internacional, que suelta amarras hoy hasta el pr¨®ximo 6 de diciembre, disfrutar¨¢n del millar de embarcaciones atracadas fuera de su medio natural, bajo la entusiasmada mirada de los m¨¢s j¨®venes y las ilusiones de m¨¢s de una pareja que desear¨ªa pasar toda una vida surcando los mares tropicales. Sin embargo, la realidad est¨¢ al alcance de unos pocos. El sal¨®n apuesta por desmitificar la modesta cultura n¨¢utica espa?ola augurando un futuro de "vientos favorables" para conseguir popularizar la pr¨¢ctica, tanto de placer como deportiva, de un sector que despierta tras varios a?os arrastrado por el empuje de la tradici¨®n europea. La feria no hab¨ªa tenido en su historia un n¨²mero igual de expositores -medio millar, procedentes de 28 pa¨ªses distintos- ni embarcaciones de la eslora y la excepcionalidad de las que este a?o amarrar¨¢n en la Marina Port Vell, como el impresionante Interceptor. Las 750 pesetas del precio de la entrada permitir¨¢n al p¨²blico no s¨®lo disfrutar de los barcos, sino tambi¨¦n asistir a demostraciones de submarinismo. Para los m¨¢s j¨®venes se ha habilitado un espacio para los amantes de las olas. Otro atractivo del sal¨®n ser¨¢n las maquetas, que reproducir¨¢n en plata el lujoso Titanic y una galera navegable del siglo XVI, entre m¨¢s de 250 modelos.