El Papa concede indulgencia a quienes dejen de fumar

Obtener la indulgencia -que acorta el periodo de purgatorio, seg¨²n la Iglesia cat¨®lica- en el A?o Santo del Jubileo, que comenzar¨¢ el d¨ªa de Navidad de 1999 y concluir¨¢ el 6 de enero del 2001, estar¨¢ al alcance de cualquier fumador capaz de abandonar siquiera un d¨ªa su vicio y entregar el fruto de este ahorro a los pobres. As¨ª lo establece la Incarnationis Mysterium ("El misterio de la Encarnaci¨®n"), la bula con la que el Papa Juan Pablo II anunciar¨¢ el pr¨®ximo domingo el comienzo de un a?o santo que ser¨¢ celebrado por primera vez en la historia con igual rango en el Vaticano y en Israel, es decir Tierra Santa.La bula, un ejemplar de lujo impreso en pergamino y en lat¨ªn, con su correspondiente sello de lacre, de la que se han preparado ya miles de copias en papel normal, fue presentada ayer en el Vaticano.

El decreto papal mantiene los requisitos tradicionalmente necesarios, como son la confesi¨®n y la comuni¨®n, para ganar el Jubileo y obtener as¨ª la cancelaci¨®n de los pecados, pero una vez satisfechos se?ala diferentes v¨ªas nuevas para obtener la indulgencia plenaria. Por ejemplo, abstenerse, siquiera un d¨ªa, de realizar "gastos superfluos" como los dedicados a satisfacer los vicios del tabaco y del alcohol, dando a los pobres el dinero ahorrado; colaborar con una "contribuci¨®n significativa" en obras religiosas o sociales y visitar a los enfermos, a los encarcelados, a los ancianos o a los minusv¨¢lidos.

Una vez cumplidos todos los requisitos, se podr¨¢ ganar el Jubileo en todo el mundo. Basta con participar en una celebraci¨®n lit¨²rgica o en un via crucis en aquellas iglesias o santuarios que han sido especificados por la autoridad religiosa competente.

Di¨¢logo entre creyentes

En la bula, un folleto de unas 30 p¨¢ginas, Juan Pablo II recuerda a los cristianos -pero tambi¨¦n a los fieles de otras religiones hermanas- que el Jubileo es tiempo de di¨¢logo entre los creyentes y de solidaridad entre los hombres, en el recuerdo de los m¨¢rtires y tras haberse sometido a "una purificaci¨®n de la memoria" y haber pedido perd¨®n por los pecados cometidos.El Papa afirma tambi¨¦n en el texto que la fecha del a?o 2000 puede ser el momento indicado para que las naciones ricas condonen la deuda que atenaza a las naciones en v¨ªas de desarrollo, suprimiendo as¨ª "la sombra de muerte" que se cierne sobre ellas.

"Algunas naciones, especialmente las m¨¢s pobres, viven oprimidas por una deuda tan enorme que hace pr¨¢cticamente imposible que pueda ser saldada", se?ala el Papa. "Por tanto, est¨¢ claro que no puede haber progreso real sin que se produzca una cooperaci¨®n efectiva entre los pueblos de diferentes idiomas, razas, nacionalidades y religiones".