Tambi¨¦n Ad¨¢n se alquila
Tres empresas holandesas ofrecen a mujeres de alto nivel econ¨®mico la compa?¨ªa de hombres para actos sociales
Tiene 36 a?os, habla cuatro idiomas, es psic¨®logo infantil y en sus ratos libres se alquila como acompa?ante de mujeres ejecutivas en actos sociales.-De sexo no hay nada que hablar.
Eric est¨¢ en servicio fijo de Strictly Business Chaperon Service, una de las tres empresas holandesas que se dedican a facilitar hombres de alquiler para mujeres de alto poder econ¨®mico. Y para mujeres de tan buen nivel, hombres bien preparados. "Nuestros chicos tienen estudios universitarios, hablan idiomas, son educados, saben estar y conocen las reglas m¨¢s estrictas de la etiqueta", explica Eveline Buis, propietaria de la empresa, que asegura que el f¨ªsico, "aunque tambi¨¦n cuenta, no es lo m¨¢s importante". En su lista hay m¨¦dicos, profesores, artistas, fil¨®sofos, un director de televisi¨®n y hasta alg¨²n escritor medianamente conocido. Sus edades est¨¢n comprendidas entre 26 y 72 a?os.
Eric, hijo de diplom¨¢tico y atractivo, aunque no muy despampanante -"me empiezo a quedar calvo", bromea-, encaja muy bien en el perfil. Fue seleccionado al responder a un anuncio que la empresa insert¨® en los peri¨®dicos de mayor prestigio del pa¨ªs. "Escrib¨ª porque encuentro divertido y original pasar unas horas con una desconocida", comenta. Su primera salida -y la ¨²nica hasta el momento- consisti¨® en una noche de gira por los caf¨¦s m¨¢s lujosos de Amsterdam con una mujer de negocios belga que hab¨ªa ido por motivos de trabajo a la capital holandesa. "La noche fue muy agradable y, adem¨¢s, la cliente qued¨® muy contenta", relata Eric. Para ¨¦l estas salidas no tienen nada que ver con las que pueda hacer con sus amigos. "Esto es puro trabajo", puntualiza, al mismo tiempo que reconoce que "tambi¨¦n lo hace por dinero".
Pasar una hora con Eric o con alguno de sus compa?eros de trabajo cuesta entre 10.000 y 18.000 pesetas, dependiendo de la empresa elegida, con cenas y entradas a espect¨¢culos aparte. "Los precios no son bajos, pero son equiparables a los que siempre han pagado los hombres por las mujeres", dice Ginny Rommes, directora de High Class, otra de las empresas, que, adem¨¢s, ofrece reducci¨®n a partir de las tres horas.
Inspirada en los servicios de este tipo que existen en Estados Unidos y en Australia, a Rommes se le ocurri¨® la idea de abrir la oficina pionera en Holanda por la experiencia que sufr¨ªa en su propia carne. "Ten¨ªa un puesto de direcci¨®n en una empresa de inform¨¢tica y hab¨ªa muchos sitios relacionados con el trabajo a los que no me apetec¨ªa ir sola", comenta.
Sus clientes potenciales son mujeres como ella: de entre 30 y 50 a?os, de alto nivel econ¨®mico, con agitada vida profesional y sin pareja. "La mayor¨ªa de las solicitudes que recibimos son para acudir a ferias, cenas y fiestas de negocios", asegura Rommes. High Class, al igual que las otras dos compa?¨ªas, env¨ªa a la cliente un cuestionario para averiguar qu¨¦ tipo de hombre prefiere, de qu¨¦ temas quiere hablar, cu¨¢les son sus aficiones y d¨®nde quiere que la acompa?e. La mujer recibe una selecci¨®n de entre uno y tres nombres con curr¨ªculum y fotograf¨ªa y, si es necesario, la empresa le ayuda a escoger el m¨¢s indicado para la ocasi¨®n. Lo recomendable es llamar con una semana de antelaci¨®n, pero Gentle Men, la tercera de las empresas del sector, busca soluciones para el mismo d¨ªa, "aunque la elecci¨®n est¨¢ mucho m¨¢s limitada", explica su directora, Heleen Mascini. Tanto Eric, el psic¨®logo infantil, como Pieter, un director de programas de televisi¨®n de 33 a?os, y los otros hombres de alquiler tienen sus trabajos habituales y necesitan planificar con antelaci¨®n para poder tomar libres las horas o el d¨ªa que el servicio requiere.
El tema ha sido acogido con entusiasmo por muchos hombres holandeses. En el contestador autom¨¢tico que tiene High Class, un mensaje pide a las mujeres que dejen su n¨²mero de tel¨¦fono, pero advierte a los varones que est¨¢n ya al completo. "Gracias por su llamada. No insista y no se moleste en dejar un mensaje. No vamos a responder su llamada", dice la cinta. Las tres empresas aseguran que reciben diariamente decenas de ofertas masculinas para trabajar con ellas.
Sin embargo, todas coinciden en admitir que el negocio no va precisamente viento en popa. Entre las mujeres, la idea de alquilar un hombre contin¨²a siendo un tab¨² y las solicitudes llegan con cuentagotas. "?D¨®nde voy yo con tantos hombres si las mujeres todav¨ªa son reacias a alquilar un acompa?ante?", se pregunta Rommes, la directora de High Class.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.