Y Chano llor¨®

La emoci¨®n le pudo. Al final de su homenaje, cuando trataba de "defenderse" de las ovaciones clamorosas de un p¨²blico amigo puesto en pie, Chano Lobato tuvo que desplegar una vez m¨¢s su blanco pa?uelo y enjugarse las l¨¢grimas. Sali¨® con muchos nervios a flor de piel, pero una vez que los hubo capeado desenfund¨® todo el lucer¨ªo de su cante inundado de sol gaditano y la noche ya fue una fiesta constante.Chano cant¨® bien, como siempre canta ¨¦l. Su cante por soleares le sali¨® de los hondones del alma, doli¨¦ndose, como si en ¨¦l le fuera la vida. Despu¨¦s, por buler¨ªas, en el homenaje propiamente dicho que le rindieron algunos de sus mejores compa?eros, estuvo sembrao. Le cant¨® a Sara Baras y ella bail¨® a su cante. Carmen Linares cant¨® por alegr¨ªas, y Jos¨¦ Merc¨¦ hizo unas soleares que nos dejaron estremecidos. Los dos sentados junto a Chano y el guitarrista Cort¨¦s. Un cuadro reducido, pero de lujo.