La batalla de Internet
INTERNET ES un nuevo medio de comunicaci¨®n cuyo uso p¨²blico se ha extendido irresistiblemente en los ¨²ltimos a?os, desde su origen acad¨¦mico, hasta llegar a unos 150 millones de personas hoy, en una progresi¨®n y con una vitalidad tales que est¨¢n empezando ya a transformar el modo de concebir los medios convencionales. Pero no es s¨®lo eso. Es tambi¨¦n el campo de batalla de las m¨¢s encarnizadas pugnas empresariales y judiciales de estos d¨ªas. Su explosi¨®n p¨²blica, junto con las expectativas que parece abrir en el futuro como canal para la transmisi¨®n de informaci¨®n, educaci¨®n y entretenimiento, as¨ª como de publicidad y transacciones comerciales, ha disparado el valor de las empresas que operan en el nuevo medio, propiciando fusiones y compras millonarias, a pesar de su juventud y de que apenas han generado todav¨ªa beneficios.No es de extra?ar, pues, que Internet est¨¦ en el origen de la querella interpuesta el pasado mes de mayo contra Microsoft por la fiscal general de EE UU y los fiscales de 20 Estados. La acusaci¨®n inicial atribu¨ªa a la compa?¨ªa de Bill Gates pr¨¢cticas que pudieran ser il¨ªcitas, en un intento de aprovechar su situaci¨®n de monopolio real en el campo de los sistemas operativos, gracias a la utilizaci¨®n universal del sistema Windows en los PC, para dominar igualmente el campo de los navegadores de Internet. Ese y otros motivos que se han ido a?adiendo posteriormente configuran un caso antimonopolio de gran envergadura, cuya vista se inici¨® en octubre. Entre los testigos de la acusaci¨®n figuran algunos altos directivos de compa?¨ªas presuntamente presionadas o amenazadas para imponer el navegador de Microsoft, en detrimento del de la compa?¨ªa rival Netscape, que hace apenas dos a?os dominaba casi por completo el sector.
El juicio, todav¨ªa en curso, ha precipitado un nuevo mapa de afinidades y alianzas. Supuestos aliados de Microsoft se han colocado en el campo de la acusaci¨®n, mientras que se han producido entendimientos improbables hasta este momento. Es el caso del acuerdo firmado entre las compa?¨ªas America Online (AOL), Netscape y Sun Microsystems. La compa?¨ªa AOL adquiere Netscape, seriamente tocada por su enfrentamiento con Microsoft, y llega a un acuerdo estrat¨¦gico con Sun Microsystems. America Online es la l¨ªder mundial indiscutible en el acceso a Internet y la prestaci¨®n de servicios en l¨ªnea para el mercado dom¨¦stico, con m¨¢s de 14 millones de abonados, la inmensa mayor¨ªa en EE UU. Una compa?¨ªa fundada en 1985 por un joven de 27 a?os, en un momento en el que nada hac¨ªa presagiar que el mundo de Internet fuera a adquirir el vigor y la extensi¨®n que hoy tiene. La empresa AOL negoci¨® hace dos a?os con los titulares de los dos navegadores principales, inclin¨¢ndose por el Explorer de Microsoft, a cambio, entre otras contraprestaciones, de lo que pod¨ªa interpretarse como una renuncia de esta ¨²ltima a competir con AOL en los servicios interactivos de pago, en un movimiento que parec¨ªa marginar a Netscape y estabilizar el statu quo entre dos gigantes.
Pero el mundo de Internet es tan din¨¢mico que en dos a?os puede cambiar por completo la situaci¨®n. Hoy, Microsoft est¨¢ en dificultades judiciales que pueden, parad¨®jicamente, resultar aliviadas por el acuerdo de tres de sus acusadores. Sus portavoces se han apresurado, en efecto, a solicitar el sobreseimiento de la causa por estimar que esa uni¨®n demuestra que las posiciones de supuesto monopolio pueden ser combatidas con la sola fuerza del mercado. Lo que parece consolidarse tras estos movimientos es el papel central de los nuevos medios electr¨®nicos en el futuro, mientras van configur¨¢ndose los grandes actores en segmentos como tecnolog¨ªas de acceso, contenidos, transacciones, concentraci¨®n de tr¨¢fico masivo o creaci¨®n de comunidades virtuales.
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