Estatuto

Debe ser cosa del tiempo, de la temporada o del temporal. Del tiempo cada vez m¨¢s escaso que queda para la celebraci¨®n de las elecciones auton¨®micas. De la temporada de entronizaci¨®n de Eduardo Zaplana como l¨ªder m¨¢ximo aquende y allende Contreras, ahora que se puede llegar a Madrid como quien dice en un suspiro. Del temporal de ideas, propuestas y sugerencias para reformarlo todo: desde la Constituci¨®n hasta la Ley Electoral, pasando por el Estatuto de Autonom¨ªa. As¨ª que el PP vuelve a la carga para que el tiempo, la temporada y el temporal coincidan en un solo vector que lleve arriba, arriba el poder valenciano de tanto ¨¦xito, lustre y esplendor en todo lugar, sitio y condici¨®n, salvo en los Presupuestos Generales del Estado que es donde realmente deber¨ªa estar. Vuelven los populares con el soniquete del m¨¢ximo techo competencial, de la capacidad del Presidente para disolver las Cortes y otras minucias de car¨¢cter t¨¦cnico-pol¨ªtico con las que configurar un ramillete de propuestas para aparecer ante la sociedad como m¨¢s nacionalistas que UV, m¨¢s federalistas que el PSOE y tan espa?olistas como el que m¨¢s por aquello de la primera estrofa del Himno de la Exposici¨®n. O sea que nos van a vender la cabra de una reforma estatutaria que no interesa a nadie, excepci¨®n hecha de algunos doctos catedr¨¢ticos de Derecho Constitucional. ?Y para qu¨¦ este empe?o en la reforma? El Estatuto est¨¢ a¨²n por desarrollar y existen mecanismo constitucionales para hacerlo sin tocar una coma, mientras que la joya de la corona que se persigue, la dichosa capacidad del presidente para disolver las Cortes, los catalanes hace tiempo que la tienen a trav¨¦s de algo tan sencillo como una Ley de Gobierno. Bastar¨ªa con que el Consell se pusiera manos a la obra e imitara a los catalanes, aunque ello le supusiera tener que enfrentarse con el Gobierno de Madrid. Pero ¨¦ste es un coste que el poder valenciano a¨²n no est¨¢ en condiciones de asumir. Claro que esto no es lo m¨¢s importante para el PP. Ahora es tiempo, temporada y temporal preelectoral.