El alguacil alguacilado

"Qui¨¦n pod¨ªa imaginar y menos a¨²n creer", se asombra ?ngel ?lvarez, director del Instituto Pol¨ªtico de la Universidad Central de Caracas, "que Acci¨®n Democr¨¢tica, que desde 1948 s¨®lo ha tenido candidatos probablemente adecos, a escasamente una semana de las elecciones cambiar¨ªa de candidato para respaldar a un independiente que ni por asomo ha tenido el menor contacto con una ficha del partido".La direcci¨®n de Acci¨®n Democr¨¢tica (AD) margin¨® a la brava a Luis Alfaro Ucero, indiscutible l¨ªder del partido hasta hace pocos d¨ªas. El alguacil aguacilado, secretario general con licencia para matar, due?o del aparato del partido y juez inapelable entr¨® a disputa. Cay¨® fulminado, no le dejaron entrar ni a la sede del partido.
Ucero era aplaudido hace poco por quienes ahora le dan la espalda y temblaban ante ¨¦l. El caudillo fue designado candidato a la presidencia porque nadie se atrevi¨® a decirle que su discurso y su figura, lejos de entusiasmar al electorado, lo alejaban de las listas.
No est¨¢ claro, sin embargo, que las bases de AD y Copei vayan a respetar la consigna de la direcci¨®n y apoyen a Salas, un candidato citado hace 15 d¨ªas como descarnado exponente de la "oligarqu¨ªa explotadora".
En las filas del chavismo la nueva estrategia del polo democr¨¢tico fue recibida como un serio contratiempo. Sin embargo, el teniente coronel podr¨ªa salir fortalecido si el electorado lo considera una v¨ªctima de las maniobras caciquiles de la pol¨ªtica nacional.
Dos destacados miembros del Movimiento al Socialismo (MAS), partido incluido en el polo patri¨®tico detr¨¢s del golpista, lo abandonaron. Se trata de Eloy Torres y Rafael Guerra. Los dos apoyan ahora a Salas, porque dicen que representa una proposici¨®n moderna de cambios en libertad, en democracia, sin exclusiones sectarias. Advierten que se avecina una guerra civil si el candidato del Movimiento Quinta Rep¨²blica lleva su pr¨¦dica hasta sus ¨²ltimas consecuencias.
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