Los jueces condenan a un enfermo mental por estafa y le proh¨ªben acudir en cinco a?os a prost¨ªbulos y bares

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un enfermo mental que sufre episodios de embriaguez patol¨®gica y trastorno antisocial a un a?o y ocho meses de prisi¨®n por un delito de estafa continuada en bares y en una sauna. Adem¨¢s exige que se someta a un tratamiento en un centro m¨¦dico durante cinco a?os y le proh¨ªbe visitar establecimientos de bebidas alcoh¨®licas y locales donde se ejerza la prostituci¨®n. Seg¨²n la sentencia, el acusado, de 36 a?os, utiliz¨® tarjetas de cr¨¦dito que no eran suyas para realizar pagos por valor de 883.563 pesetas, de las cuales 220.000 fueron gastadas en una sauna en una misma noche.Los hechos enjuiciados en la Audiencia comenzaron el d¨ªa 7 de enero de 1997. El procesado se apoder¨® de tarjetas de El Corte Ingl¨¦s y Visa Oro en una taberna de la calle de Valenzuela, que hab¨ªan sido extraviadas por su due?o. "En los d¨ªas siguientes, hasta ¨²ltimas horas del d¨ªa 9, el acusado utiliz¨® las tarjetas en su beneficio, tras imitar la firma del titular de las tarjetas, aparentando una solvencia de la que carec¨ªa", relata la sentencia.

Adquiri¨® un reloj de oro de 241.000 pesetas, alquil¨® un coche por 88.000 pesetas, compr¨® ropa, colonia y zapatos de mujer por 200.000 pesetas y se gast¨® en un bar 21.000 pesetas. Adem¨¢s, el d¨ªa 9 efectu¨® cuatro operaciones con la tarjeta en una sauna.

El acusado reconoci¨® todos estos gastos. Su abogado defensor aleg¨® que padece episodios de embriaguez patol¨®gica, as¨ª como trastorno l¨ªmite y trastorno antisocial, que limita severamente sus facultades volitivas. El juez valor¨® estas circunstancias y le aplic¨® la eximente incompleta de trastorno mental y atenuante de arrepentimiento espont¨¢neo. Seg¨²n la sentencia, "el trastorno que padece, enlazado con episodios de embriaguez patol¨®gica y la reacci¨®n que le produc¨ªa su enfermedad por VIH, le empujaba a actuar de forma hedonista ante la situaci¨®n de irreversi¨®n en su salud, no import¨¢ndole los semejantes ni los perjuicios que les pudiese ocasionar con tal actuar". Sin embargo, el juez no llega a admitir que tuviese totalmente anuladas sus facultades volitivas, pues es un hecho cierto que cuando deja de beber y sigue sus tratamientos su situaci¨®n mejora ostensiblemente y su voluntad se refuerza. Por este motivo se le imponen las medidas cautelares accesorias para que siga rigurosamente el tratamiento psiqui¨¢trico y psicol¨®gico.