Londres pone a Pinochet rumbo a Espa?a

El ministro brit¨¢nico de Interior, Jack Straw, resolvi¨® ayer autorizar, en una decisi¨®n dictada por sus "obligaciones legales", el procedimiento de extradici¨®n del general Augusto Pinochet a solicitud del Gobierno espa?ol, que tramit¨® la iniciativa del juez Baltasar Garz¨®n hace casi un mes dentro del sumario de los cr¨ªmenes que se produjeron tras el golpe militar de 1973 en Chile. De los tres delitos de la petici¨®n espa?ola, el ministro ha admitido los de tortura y terrorismo, pero no el de genocidio, de acuerdo con la legislaci¨®n brit¨¢nica. Pinochet, seg¨²n la resoluci¨®n, deber¨¢ comparecer ma?ana, a las dos de la tarde de Londres (las tres hora peninsular espa?ola), ante un magistrado que se encargar¨¢ de tramitar el complejo y largo procedimiento de extradici¨®n. La decisi¨®n de Straw puede ser objeto de una petici¨®n de revisi¨®n judicial, que no recurso, ante el Alto Tribunal de Justicia, que no paraliza las actuaciones.

Straw aprovech¨® la sesi¨®n de preguntas escritas en la C¨¢mara de los Comunes de ayer para dar a conocer su resoluci¨®n. "He firmado una autoridad para proceder respecto al senador Pinochet hoy". En ese mismo momento, el Home Office enviaba a las partes del procedimiento un texto de cinco folios, en las que expon¨ªa "las razones" de su decisi¨®n a¨²n cuando, aclar¨®, que "el secretario de Estado [ministro] no tiene obligaci¨®n de ofrecer sus motivos para adoptar la decisi¨®n de firmar dicha autorizaci¨®n para proceder". En atenci¨®n a la importancia del caso y a la expectaci¨®n internacional, Straw ofrece en la carta una larga y matizada explicaci¨®n de su posici¨®n, adoptada seg¨²n explica en funci¨®n de sus "obligaciones legales". Toda la redacci¨®n y las informaciones recogidas en Londres indican que, con independencia de que haya podido comunicar, de manera informal, al primer ministro Tony Blair su resoluci¨®n, Straw no la someti¨® a un debate colectivo o bilateral con los restantes ministros del Gabinete.Straw relata en la carta que ha recibido alegaciones de todas las partes aun cuando tampoco era obligatorio, algo que, de hecho, forz¨® la petici¨®n de un aplazamiento de su decisi¨®n, siempre dentro de los 40 d¨ªas que fija el Convenio Europeo de Extradici¨®n desde el momento en que la parte requirente, en este caso Espa?a, solicita que se le entregue un ciudadano acusado de presuntos delitos que son punibles en ambos pa¨ªses. En la carta se mencionan, aparte de la petici¨®n espa?ola, recibida el pasado 11 de noviembre, las solicitudes de Francia y de Suiza. Seg¨²n Straw, la petici¨®n del Gobierno suizo lleg¨® a Londres el mismo 11 de noviembre, fecha en que se recibi¨® la de Espa?a, pero algo m¨¢s tarde, mientras que la de Francia lleg¨® el 13 de noviembre de 1998.

Obligaci¨®n de extraditar

Seg¨²n Straw, siempre subrayando el car¨¢cter cuasi judicial de su decisi¨®n, si hubiera cre¨ªdo que no hab¨ªa legalmente base para entregar a Pinochet a Espa?a "en ese caso no habr¨ªa autorizado iniciar el procedimiento de extradici¨®n". Dice Straw: "Si estas condiciones no hubiesen existido, ten¨ªa la discreci¨®n de decidir si cab¨ªa o no la autorizaci¨®n para iniciar el procedimiento". Por ello, se?ala que el "Reino Unido tiene la obligaci¨®n de extraditar a Pinochet en aplicaci¨®n del Convenio Europeo de Extradici¨®n". Esta es una consideraci¨®n a la que el ministro otorga un peso particular.La autorizaci¨®n para proceder al juicio de extradici¨®n se basa en el hecho de que Pinochet "es acusado en Espa?a por delitos equivalentes a los que en el Reino Unido son los de intento de asesinato, conspiraci¨®n para asesinar, tortura, conspiraci¨®n para torturar, secuestro de rehenes y conspiraci¨®n para secuestrar rehenes". En relaci¨®n con el delito de genocidio, la resoluci¨®n se?ala que la petici¨®n espa?ola "no re¨²ne los requisitos de la definici¨®n de un delito de extradici¨®n", por lo que no ha decidido autorizar el procedimiento por dicho delito. Seg¨²n la ley brit¨¢nica (Genocide Act), el delito de genocidio s¨®lo se concibe en el territorio del Reino Unido y no puede ser perseguido bajo el concepto de extraterritorialidad.

Una vez establecida la luz verde, la resoluci¨®n pasa a rechazar todas las alegaciones realizadas contra la apertura del proceso de extradici¨®n. En una de ellas, el general Pinochet cuestionaba la legalidad de la decisi¨®n de los jueces lores, del pasado 25 de noviembre, en la que anularon la inmunidad del dictador. Seg¨²n la defensa de Pinochet, la relaci¨®n entre lord Leonard Hoffmann, uno de los tres lores jueces que vot¨® contra la inmunidad, y Amnisty International Charity Ltd., una organizaci¨®n para reunir fondos, no es admisible. "No he aceptado una alegaci¨®n de parte del senador Pinochet en el sentido de que la resoluci¨®n de los jueces de la C¨¢mara de los lores por existir un presunto prejuicio de parte de uno de los lores". Y por si no queda claro, Straw remacha: "Ni me parece que el senador Pinochet tiene derecho a la inmunidad diplom¨¢tica o protecci¨®n como jefe de una misi¨®n especial". En otros t¨¦rminos, se rechaza aqu¨ª que el Gobierno brit¨¢nico invitase como personalidad a Pinochet para detenerle a traici¨®n, una versi¨®n que los conservadores siguen ventilando.

Tres cuestiones cruciales

Finalmente Straw se pronuncia sobre tres cuestiones cruciales planteadas por el Gobierno de Chile y por la defensa del general Pinochet. La primera se refiere a la "compasi¨®n" o las "razones humanitarias". Seg¨²n la resoluci¨®n, Straw ha considerado este punto "cuidadosamente" y ha concluido que "no parece que el senador Pinochet no est¨¦ en condiciones de afrontar un juicio y que, seg¨²n todas las circunstancias, no ser¨ªa injusto u opresivo para ¨¦l de someterse a juicio en relaci¨®n a los delitos de los que es acusado". Y aqu¨ª, en este punto, Straw deja una puerta abierta para la fase final del procedimiento, caso de que la decisi¨®n judicial sea extraditar a Pinochet, ya que el asunto volver¨¢ a su mesa para adoptar la resoluci¨®n pol¨ªtica final. "Tengo en mente tambi¨¦n que este punto, entre otros, puede ser reexaminado a la luz de los acontecimientos, en la fase en que tenga que ejercitar mi discreci¨®n final, al final del proceso de extradici¨®n".La segunda cuesti¨®n es la posibilidad de juzgar a Pinochet en Chile. "El Gobierno chileno ha argumentado que el senador Pinochet debe regresar a Chile donde podr¨ªa someterse a juicio. Sin embargo, no existe ninguna petici¨®n de extradici¨®n del Gobierno chileno, que yo podr¨ªa considerar, seg¨²n las povisiones legales. M¨¢s a¨²n, no existe en la ley internacional nada que excluya la jurisdicci¨®n de Espa?a en este asunto".

La tercera es que el ministro "no cree que haya bases s¨®lidas para concluir que la petici¨®n [espa?ola] haya sido hecha por razones distintas a las de buena fe y en inter¨¦s de la justicia".

La decisi¨®n de Straw abre ahora el camino al primer acto formal del procedimiento de extradici¨®n, que tendr¨¢ lugar ma?ana viernes a las dos de la tarde. Augusto Pinochet deber¨¢ acudir en persona a un tribunal de m¨¢xima seguridad a una hora de Londres, el tribunal de Belmarsh.