Hallado en Sur¨¢frica el esqueleto casi entero de un hom¨ªnido de hace 3,6 millones de a?os
El descubrimiento revelar¨¢ informaci¨®n sobre la anatom¨ªa y evoluci¨®n del hombre-mono
Paleont¨®logos surafricanos anunciaron ayer el descubrimiento de un esqueleto pr¨¢cticamente completo de un hom¨ªnido de hace unos 3,6 millones de a?os que puede aportar datos fundamentales sobre la evoluci¨®n del hombre. El esqueleto fosilizado, de 1,22 metros de altura, fue hallado en el yacimiento de Sterkfontein, cerca de Johanesburgo, donde apareci¨® en 1924 el primer hom¨ªnido africano, el cr¨¢neo bautizado ni?o de Taung. "Un s¨®lo hueso ser¨ªa emocionante, pero ¨¦ste, aparentemente, es todo un esqueleto que contiene los secretos acerca de c¨®mo funcion¨® esta criatura", declar¨® ayer Phillip Tobias, el paleont¨®logo que dirige el equipo de investigaci¨®n de la Universidad surafricana de Witwatersrand.
"Es el descubrimiento m¨¢s importante desde que se hall¨® el cr¨¢neo del ni?o de Taung. Probablemente es m¨¢s importante a¨²n", destac¨® el veterano paleont¨®logo Tobias. Hasta ahora, el m¨¢s c¨¦lebre esqueleto remoto casi completo que se hab¨ªa encontrado de la l¨ªnea evolutiva humana es el bautizado Lucy (de su cr¨¢neo s¨®lo se han conservado fragmentos), hallado en Etiop¨ªa en 1994 por el equipo del estadounidense Donald Johanson. Tiene entre 3,5 y 3,7 millones de a?os, seg¨²n distintas estimaciones, una edad similar a la del nuevo descubrimiento.Ron Clarke, director de las excavaciones de Sterkfontein, afirm¨® ayer que s¨®lo emerger¨¢ todo el significado del nuevo esqueleto cuando se termine la excavaci¨®n en una cantera de caliza de 15 metros de profundidad en donde ha aparecido. "Pero lo que ya sabemos es que revelar¨¢ gran cantidad de informaci¨®n acerca de la anatom¨ªa y la evoluci¨®n de un hombre-mono".
Las primeras pruebas indican que el individuo no s¨®lo caminaba en posici¨®n erguida, sino que tambi¨¦n era h¨¢bil trepando a los ¨¢rboles. Los investigadores a¨²n no han podido determinar su sexo.
"Los restos son de un momento en que la humanidad estaba experimentando con la locomoci¨®n a dos patas. Realmente necesitamos toda la informaci¨®n posible sobre c¨®mo se mov¨ªan estos individuos, lo que nos indicar¨¢, en ¨²ltima instancia, cu¨¢l era su forma de vida", dijo ayer Hilary Deacon, de la Universidad de Stellenbosh. Tobias puntualiz¨® que el nuevo f¨®sil ayudar¨¢ tambi¨¦n a establecer cu¨¢ndo en la historia evolutiva algunos monos empezaron a separarse en una l¨ªnea que se ramifica hasta el Homo sapiens.
Caminar erguido
Lucy, una hembra de la especie Australopitecus afarensis de hace unos 3,5 millones de a?os, aunque algunas dataciones la sit¨²an en 3,7 millones de a?os, med¨ªa poco m¨¢s de un metro y caminaba sobre sus dos extremidades traseras. Su hallazgo fue toda una revoluci¨®n. Tambi¨¦n a los australopitecos pertenece, al parecer, el esqueleto de Sterkfontein.Sin embargo, en Etiop¨ªa, en los a?os noventa, el equipo del paleont¨®logo estadounidense Tim White encontr¨® una rica colecci¨®n de f¨®siles de hom¨ªnidos m¨¢s antiguos a¨²n, de 4,4 millones de a?os, que bautiz¨® Ardipitecus ramidus. Tan primitivo es, que su tipo de locomoci¨®n, a¨²n en estudio, ser¨ªa mixto; es decir, los individuos de esa especie podr¨ªan caminar sobre dos patas, pero estar¨ªan plenamente capacitado a¨²n para desplazarse por los ¨¢rboles utilizando todas sus extremidades.
Los paleont¨®logos sit¨²an entre hace cuatro y cinco millones de a?os el periodo en que surge el bipedismo entre los primates. Ardipitecus ramidus aspira a ser un aut¨¦ntico eslab¨®n perdido, seg¨²n un anticuado concepto que los paleont¨®logos rechazan, porque la evoluci¨®n humana, como la de cualquier ser viviente, no se basa en un eslab¨®n determinante, sino en una mara?a ramificada de especies. Y en este sentido, tambi¨¦n el esqueleto de Sterkfontein podr¨ªa ser uno de los muchos eslabones perdidos. "Es uno de los esqueletos m¨¢s antiguos jam¨¢s descubiertos y el primero en que un cr¨¢-neo completo est¨¢ asociado a un esqueleto", dijo ayer Tobias. El nuevo hallazgo de Sur¨¢frica, cuyo estudio dar¨¢ nueva informaci¨®n sobre el a¨²n confuso episodio evolutivo del desarrollo de la locomoci¨®n erguida, aporta un panorama importante: la diversidad de especies de hom¨ªnidos en el amanecer de los ancestros humanos en ?frica. Deacon puntualiz¨® que el nuevo descubrimiento relaciona, en torno al origen del hombre, Sur¨¢frica con Africa oriental, donde hasta ahora han aparecido los f¨®siles clave.
Los paleont¨®logos surafricanos est¨¢n ya entusiasmados con otra riqueza que ofrece el f¨®sil: sus manos y pies. Los huesos de los pies aportan informaci¨®n sobre la locomoci¨®n y las manos, sobre las capacidades manipulativas del esp¨¦cimen.
Sin embargo, es un poco arriesgado pensar que el hom¨ªnido hallado pudiera utilizar instrumentos de piedra. El registro f¨®sil conocido indica que las piedras talladas m¨¢s antiguas, de hace unos 2,3 millones de a?os, est¨¢n asociadas al genero homo, en el que se registra una expansi¨®n del cerebro respecto a sus antecesores.
Hace unos dos millones de a?os, los antepasados del hombre salieron de ?frica y se fueron extendiendo por Eurasia. Hace casi un mill¨®n de a?os hab¨ªan llegado, sin lugar a dudas, a Europa, como demuestra la presencia del bautizado como Homo antecessor en la espa?ola sierra de Atapuerca, cuya antig¨¹edad es superior a los 800.000 a?os.
En una caja
La historia del esqueleto de Sterkfontein, contaron ayer sus descubridores, empez¨® hace tres a?os. Clarke identific¨® en una caja con la etiqueta "huesos de animales", que hab¨ªan sido recogidos en el yacimiento, cuatro huesos de pie de hom¨ªnido. De ah¨ª dedujo que el resto del esqueleto pod¨ªa seguir en la caliza. Los ayudantes de Clarke, Nkwane Molefe y Stephen Motsumi, pasaron un a?o excavando en la cueva del yacimiento para separar los f¨®siles de la caliza. Clarke cree que hay indicios de m¨¢s hom¨ªnidos. El descubrimiento se ha mantenido en estricto secreto hasta ahora.En ese yacimiento se han encontrado, desde hace d¨¦cadas, centenares de f¨®siles de gran importancia, aunque su dataci¨®n es m¨¢s dif¨ªcil que en los yacimientos de Kenia, Etiop¨ªa y Tanzania, donde las condiciones geol¨®gicas volc¨¢nicas permiten establecer la antig¨¹edad con exactitud. De la dataci¨®n del nuevo f¨®sil se ha encargado el laboratorio de Geomagnetismo de la Universidad de Liverpool (Reino Unido). Las proporciones de los huesos, la asociaci¨®n de dientes a mand¨ªbulas y los detalles morfol¨®gicos que puede guardar el nuevo esqueleto hacen frotarse las manos a los paleont¨®logos, que esperan sin embargo para confirmar el hallazgo su publicaci¨®n en una revista cient¨ªfica.
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