Porlan descubre el origen de los nombres de lugares europeos

El ensayista, fil¨®logo y poeta Alberto Porlan (Madrid, 1947) present¨® ayer el resultado de 15 a?os de investigaciones sobre el fen¨®meno de la concordancia topon¨ªmica. En Los nombres de Europa, una coedici¨®n de Alianza Editorial y la Fundaci¨®n Juanelo Turriano, plantea, a trav¨¦s de 1.700 esquemas geogr¨¢ficos que ilustran sus 700 p¨¢ginas, una nueva teor¨ªa sobre el origen de los nombres de lugares europeos como Madrid, Burdeos o York, que descender¨ªan de los que llevaron hace milenios los elementos de un patr¨®n territorial muy arcaico, repetido en toda Europa."El libro va a poner nerviosos a fil¨®logos, arque¨®logos y antrop¨®logos", dijo en la presentaci¨®n Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, de la Fundaci¨®n Juanelo Turriano, que concedi¨® una beca a Alberto Porlan para terminar "la obra de una vida", seg¨²n Luis Alberto de Cuenca, director de la Biblioteca Nacional.

Autor de ensayos como La sinraz¨®n de Rosa Chacel y Antolog¨ªa po¨¦tica de Luis Rosales y de libros de poes¨ªa y novela como P¨¢jaro, Perro, Quasar azul y Luz de Oriente, el fil¨®logo Alberto Porlan, disc¨ªpulo de Rafael Lapesa, concluye "una larga obsesi¨®n" que se inici¨® como un hallazgo casual al estudiar un top¨®nimo en sus investigaciones sobre Tartesos.

Alberto Porlan, a partir de 1983, se dedic¨® a analizar la concordancia topon¨ªmica. Su libro Los nombres de Europa tiene tres partes, donde el autor expone el fen¨®meno de los nombres concordantes, para formular hip¨®tesis a partir de su an¨¢lisis emp¨ªrico (el modelo de variabilidad) y la comprobaci¨®n de las hip¨®tesis sobre los atlas europeos, con un sistema de ordenaci¨®n.

Seg¨²n el autor, su teor¨ªa aporta pruebas para el reconocimiento de una cultura primigenia com¨²n de los pueblos de Europa, idea que algunos de los principales analistas de nuestra protohistoria han venido esbozando desde hace tiempo. Porlan defiende que los top¨®nimos europeos reflejan la existencia de un sistema primitivo de ordenaci¨®n territorial del que ya se habr¨ªa perdido memoria al comienzo de la historia escrita.