Cuesta abajo
Andaluc¨ªa ha sido tradicionalmente el laboratorio en el que se ha ensayado la pol¨ªtica del PCE. La fortaleza relativa de la organizaci¨®n en Andaluc¨ªa, evidenciada desde las primeras elecciones constituyentes de 1977 y corroborada por las elecciones generales de 1979, y sobre todo por las elecciones municipales de ese mismo a?o, se fue haciendo valer cada vez m¨¢s en el interior del propio partido, hasta el punto de que el PCA jugaba un papel hegem¨®nico respecto de las dem¨¢s organizaciones territoriales. Dicho papel hegem¨®nico se vio extraordinariamente reforzado con la resoluci¨®n de la crisis iniciada en 1981, siendo secretario general Santiago Carrillo. La crisis conducir¨ªa al PCE a obtener cuatro esca?os en las elecciones generales de 1982, es decir, a convertirse en un partido casi extraparlamentario. La salida inmediata de la crisis fue pilotada por el propio Santiago Carrillo, que "design¨®" a Gerardo Iglesias como secretario general. Pero la crisis era de tal intensidad que dicha salida no fue en realidad m¨¢s que un par¨¦ntesis, que acabar¨ªa conduciendo a que tanto Carrillo como Iglesias acabaran fuera del PCE. La crisis no se solucionar¨ªa de verdad hasta el acceso de Julio Anguita a la secretar¨ªa general, en la que ha permanecido m¨¢s de diez a?os y en la que ha sido sustituido por voluntad propia. No existe la menor sombra de duda de que el congreso recientemente celebrado lo habr¨ªa reelegido pr¨¢cticamente por aclamaci¨®n. Con la llegada de Julio Anguita, la hegemon¨ªa andaluza en el comunismo espa?ol se acentuar¨ªa de manera extraordinaria. Entre otras cosas porque en la campa?a de Julio Anguita como candidato a la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa se prefigur¨® lo que despu¨¦s ser¨ªa IU, sin la cual el PCE no habr¨ªa sido capaz de recuperarse electoralmente. Esa hegemon¨ªa andaluza se fue acentuando tanto en el interior del PCE como en la proyecci¨®n del partido hacia el exterior, hegemon¨ªa que alcanzar¨ªa su punto culminante en las elecciones auton¨®micas de 1994. Posiblemente, el ¨¦xito en esas elecciones condujo a Julio Anguita a pensar que era posible el sorpasso, es decir, que IU superara al PSOE en las pr¨®ximas elecciones generales. El fracaso de la estrategia en 1996, especialmente en Andaluc¨ªa, iniciar¨ªa el proceso de descomposici¨®n de IU y pondr¨ªa fin a la hegemon¨ªa andaluza. La descomposici¨®n de IU va a tener una profunda repercusi¨®n en el sistema pol¨ªtico espa?ol. Pero la de IU en Andaluc¨ªa va a ser todav¨ªa m¨¢s importante. Andaluc¨ªa no va a ser en el futuro, como ha sido en el pasado, una excepci¨®n relativa al declive del PCE o de IU. La p¨¦rdida de hegemon¨ªa en el interior de una organizaci¨®n acaba casi siempre teniendo su correspondencia en la proyecci¨®n exterior. La nula presencia andaluza en el congreso del PCE recientemente celebrado es un indicador inequ¨ªvoco de la velocidad con la que la organizaci¨®n comunista andaluza se est¨¢ deslizando cuesta abajo.JAVIER P?REZ ROYO
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