Los secretos del tacto
La verg¨¹enza siempre se ha pintado de verde y, adem¨¢s, dicen que se la comi¨® un burro. Pero son muchos los que sospechan de la existencia del noble cuadr¨²pedo vista la facilidad con la que el rubor asalta las mejillas y encoge el est¨®mago en los momentos m¨¢s inoportunos. Ni siquiera las mentes m¨¢s abiertas y los talantes m¨¢s tolerantes escapan a la encerrona del colorete. Abierto y tolerante son dos calificativos perfectamente aplicables a los 85 j¨®venes de entre 18 y 30 a?os que han participado en las primeras jornadas sobre Juventud y Sexualidad, organizadas en Almer¨ªa por iniciativa del Instituto Andaluz de la Juventud y coordinadas por dos m¨¦dicos y tres psic¨®logos de la Sociedad Sexol¨®gica de Almer¨ªa. La mayor parte de estos j¨®venes pertenecen a un sector de la poblaci¨®n empe?ado en combatir la desinformaci¨®n y derribar tab¨²es. Pero muchos de ellos no contaban con la parte pr¨¢ctica. Y mucho menos con una parte pr¨¢ctica denominada Taller de Caricias. A pesar de todo, han sido m¨¢s de 30 los participantes en este taller para el que, en principio, s¨®lo se hab¨ªan previsto 20 plazas. "Al principio s¨ª te produce un poco de verg¨¹enza, pero conforme entras en situaci¨®n la vas olvidando". Roberto es un madrile?o de 28 que trabaja como profesor de Tecnolog¨ªa. Hace unos d¨ªas una amiga le comunic¨® que se hab¨ªa tomado la libertad de inscribirlo en unas jornadas sobre sexualidad. A Roberto, convencido de que a¨²n sigue existiendo "much¨ªsimo desconocimiento entre los j¨®venes en el tema de la sexualidad", la idea le pareci¨® bien. "De todas las actividades de estas jornadas el taller de caricias ha sido el que m¨¢s me ha gustado. Es el m¨¢s absorbente y el m¨¢s novedoso. Te quedas con ganas de m¨¢s", asegura Roberto, un joven que entona el mea culpa al reconocer que "sigue existiendo machismo en el tema de la sexualidad". Carmen y Mar¨ªa Dolores tambi¨¦n han descubierto algo que ya sospechaban: acariciar no es s¨®lo pasar de modo m¨¢s o menos acertado la mano por cualquier zona del cuerpo del que est¨¢ enfrente. De dinamitar t¨®picos y reivindicar el valor de la comunicaci¨®n t¨¢ctil se ha encargado Fernando Villadangos L¨®pez, un psic¨®logo cl¨ªnico y sex¨®logo que lleva 10 a?os explorando las posibilidades de la sexualidad, sin desvincularla del aspecto afectivo. Fue la inquietud de investigaci¨®n la que provoc¨® que hace una d¨¦cada Fernando Villadangos pusiera en marcha un taller de caricias. "Se desarrollan experiencias din¨¢micas de grupo con la intenci¨®n de mejorar las relaciones interpersonales. No se trata de un taller para parejas, ni un lugar donde se pueda venir a ligar. Es s¨®lo un modo de tratar de descubrir la capacidad de comunicaci¨®n no verbal con la que todos llegamos al mundo, pero que, sin embargo, vamos perdiendo a medida que nos hacemos adultos?, explica Fernando Villadangos. La educaci¨®n sexual que los j¨®venes de hoy han recibido de sus progenitores no es la deseable. Los amigos o los v¨ªdeos y revistas pornogr¨¢ficas -seg¨²n un estudio realizado el pasado a?o en Granada- cubren de mala manera la laguna informativa a la que no llegan ni padres ni profesionales. Tocarse se contempla a¨²n como un tab¨². Y la sexualidad sigue identific¨¢ndose con el binomio lecho-genitales. Quienes han participado en estas jornadas saben que no es as¨ª. Pero reconocen que a¨²n quedan muchos tab¨²es que barrer y que la falta de informaci¨®n es tan brutal que no permite siquiera plantearse el placer que reportan los secretos del tacto. Pasaron por fortuna los tiempos en los que antes de amarse hab¨ªa que confesar ante la deidad que no era "ni por vicio ni por fornicio". Pero se mantienen los prejuicios que construyen barreras imposibles de traspasar para una simple caricia bien hecha.
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