Hom¨ªnidos
El descubrimiento del esqueleto de un hom¨ªnido de hace 3,6 millones de a?os cerca de Johanesburgo y el paseo espacial de dos astronautas pueden leerse en una misma p¨¢gina del peri¨®dico. Las dos noticias parec¨ªan marcar hasta ahora la m¨¢xima separaci¨®n del esp¨ªritu humano, pero esta distancia acaba de ampliarse. Mientras otra nave parte hoy hacia Marte aqu¨ª en la Tierra unos cient¨ªficos han descodificado gen¨¦ticamente un gusano, lo cual quiere decir que puede ser reconstruido de nuevo y resulta que el gusano comparte el 36% de sus genes con el hombre. Eso explica muchas cosas. Brindemos por estos nuevos parientes que acaban de incorporarse a la gran familia humana. Me pregunto d¨®nde estar¨¢ la mitad del camino entre ese gusano que habita en el esti¨¦rcol con s¨®lo 959 c¨¦lulas y el astronauta que vuela extracorp¨®reamente por el espacio sideral. Si ambos comparten un tercio de naturaleza, tal vez la encrucijada est¨¢ en ese hom¨ªnido de Johanesburgo. Por mi parte no hay inconveniente. Los primates siempre me han ca¨ªdo bien. Creo que si esos seres vivieran hoy entre nosotros ser¨ªan m¨¢s sensibles que muchos sujetos que van por ah¨ª con un malet¨ªn de Vuitton. Con gran placer llevar¨ªa a uno de esos hom¨ªnidos a bailar el mambo. Podr¨ªa muy bien tomarme con ¨¦l una copa en Cock, sentarlo a mi lado en la tertulia del Gij¨®n e incluso presentarle a alguna amiga con la certeza de que acabar¨ªan los dos cogidos de la mano contemplando el crep¨²sculo. En vista de que el esp¨ªritu humano ha sido rebajado al nivel de los gusanos, ese hom¨ªnido de Johanesburgo puede ser considerado ya un caballero. Sin duda cambiar¨ªa de acera al cruzarse con un cabeza rapada. Aunque med¨ªa tan s¨®lo 1,22 metros de altura, hay que imaginarlo hoy con traje Pr¨ªncipe de Gales, corbata, sombrero y reci¨¦n lavado. Con un poco de pr¨¢ctica, no s¨®lo ser¨ªa capaz de tocar como nadie las maracas, sino tambi¨¦n de presidir un consejo de administraci¨®n. No s¨¦ hacia d¨®nde va la esencia del coraz¨®n humano, si hacia el amianto de los astronautas o hacia el esti¨¦rcol de los gusanos. Amo los hom¨ªnidos. Pertenecen a aquel estado del cosmos en que la qu¨ªmica ya se hab¨ªa hecho sentimiento pero todav¨ªa no hab¨ªan llegado los dioses y por eso eran inocentes, aunque un poco cazurros. Los prefiero mil veces a un patriota con navaja, a un tonto con Rolex, a un tibur¨®n con Cristo de Dal¨ª o a cualquier alcalde engominado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.