Integrismo zool¨®gico
Scotland Yard crea una unidad contra los grupos "terroristas" que defienden a los animales
La erupci¨®n del primer movimiento integrista animal en Europa sufri¨® el domingo un serio rev¨¦s cuando el brit¨¢nico Barry Horne, el extremista del Frente de Liberaci¨®n Animal (ALF), acab¨® con su huelga de hambre de 68 d¨ªas y acept¨®, en su celda de una prisi¨®n de Full Sutton, alimentos por v¨ªa intravenosa. Pero el retroceso de la causa del ALF frente a la tenaz oposici¨®n gubernamental a formar una comisi¨®n investigadora sobre la crueldad que implican los experimentos con animales parece ser temporal: en el Reino Unido existen grupos radicales dispuestos a llevar a cabo sus amenazas de atacar a personas e instituciones vinculadas con esta actividad.Seg¨²n fuentes policiales, el ALF tiene en su mirilla a por lo menos diez ejecutivos de empresas que practican la vivisecci¨®n de animales con fines de lucro, principalmente en la manufactura de cosm¨¦ticos. Horne, de 46 a?os, fue sentenciado a 18 a?os de prisi¨®n por una serie de ataques contra negocios y farmacias a las que acus¨® de beneficiarse de experimentos con cobayas.
Seg¨²n fuentes policiales, el problema no ha terminado con el fin de la huelga de hambre de Horne. Esas fuentes afirman que detr¨¢s de las 3.000 organizaciones legales existentes en el Reino Unido en defensa de los animales se ocultan "milicias" con tendencias ultrarradicales dispuestas a emprender acciones violentas para reivindicar los derechos de conejos, gatos, perros, cerdos y otros animales.
El t¨¦rmino que se aplica a estos grupos es id¨¦ntico al que se les otorga a los extremistas irlandeses: terroristas. Y la semejanza no se detiene ah¨ª. Scotland Yard ha creado un grupo antiterrorista especial dedicado a estos colectivos radicales. No se trata de un exceso de celo. Los defensores de los animales cuentan con un arsenal de explosivos y material combustible capaz de reiniciar la campa?a iniciada por el ALF de Horne. Poseen, adem¨¢s, cuentas corrientes secretas, c¨®digos cifrados para comunicarse por Internet y pertrechos militares.
El ALF, seg¨²n estimaciones de la polic¨ªa, cuenta con unos 400 afiliados y unos 3.000 simpatizantes en todo el Reino Unido. "La cuesti¨®n es peligrosa y las amenazas del ALF son tomadas con extrema seriedad", declar¨® un portavoz policial.
Otras fuentes indican que la polic¨ªa ya ha adoptado una serie de medidas de protecci¨®n en laboratorios donde se realizan experimentos con cobayas. El portavoz de una de esas firmas confirm¨® que sus ejecutivos "cuentan con vigilancia policial las 24 horas del d¨ªa".
El fanatismo del ALF ha adquirido contornos insospechados con la reaparici¨®n de su "manifiesto de principios", redactado por su creador, Ronnie Lee, en 1976. "La tierra es el h¨¢bitat natural de los animales. La poblaci¨®n humana tiene que ser reducida de forma dr¨¢stica". El ALF no est¨¢ solo. Otras organizaciones con un ideario similar son la Milicia de los Derechos de los Animales y el ALF Provisional.
Aunque Horne no consigui¨® su objetivo de obligar al gobierno a crear una comisi¨®n con sello de la corona para investigar y frenar los experimentos con animales, su huelga de hambre ha movilizado a algunos sectores parlamentarios que, encabezados por Michael Banner, presidente del comit¨¦ asesor del gobierno en cuestiones de experimentos con animales, se han comprometido a revisar las normas vigentes al respecto.
La prensa brit¨¢nica revel¨® ayer los nombres de cuatro de los supuestamente amenazados de muerte por el ALF. Son Mark Matfield, director de una sociedad de investigaciones con fines de Defensa; Colin Blakemore, profesor de la universidad de Oxford; Clive Page, profesor del Kings College, de Londres, y Christopher Brown, director de un criadero de gatos.
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