Un maestro de la vida

Aquiles Machado no es un tenor al uso. Venezolano, dulce y apasionado, tiene un concepto de la ¨®pera que se apoya sobre todo en el sentimiento sincero, la falta de artificios y la profundidad de los personajes. "Trato sobre todo de construir un personaje cre¨ªble, que atrape los peque?os matices de vida que dejan ver la m¨²sica y el libreto. Me interesa poco la est¨¦tica por la est¨¦tica, la voz por la voz. No creo que las artes deban ser recibidas s¨®lo a trav¨¦s de la vista o el o¨ªdo. Me parece que no s¨®lo hay que ofrecer cosas hermosas, sino algo que ense?e cosas a la gente".Y a pesar de que afirma que nunca ha discutido sobre ese compromiso con su maestro Alfredo Kraus, reconoce que tres a?os de aprendizaje junto al genial canario le han cambiado por completo. "Ha sido muy duro, muy intenso, muy interesante, y sobre todo muy enriquecedor, aprender a su lado. ?l ha cambiado no s¨®lo mi forma de cantar, sino mi manera de ver la vida. Siente mucho respeto por el arte, es una persona muy sensible. Y su responsabilidad como individuo social es enorme. Por eso da siempre lo mejor que tiene, porque sabe la relevancia p¨²blica que tiene lo que hace o lo que dice para formar al p¨²blico. Yo s¨®lo intento seguir su ejemplo".