La Polic¨ªa detiene a un segundo sospechoso por el linchamiento de un camionero en Natzaret
La Polic¨ªa ha detenido a un segundo sospechoso por el linchamiento del camionero que arroll¨® a un ni?o en el barrio de Natzaret, en Valencia, el pasado 4 de diciembre. Se trata de Jes¨²s G. J., un hombre de etnia gitana, de unos 50 a?os, cerca de 1,80 metros de altura, barba y cabello cano. El detenido no es familiar del ni?o de 22 meses atropellado. La detenci¨®n se produjo el pasado lunes sobre las siete de la tarde en el centro de la ciudad de Valencia, entre las calles de Col¨®n e Isabel La Cat¨®lica. Jes¨²s G. J. fue trasladado a la Jefatura Superior de Polic¨ªa, donde fue interrogado y pas¨® la noche en los calabozos. Ayer, sobre las cuatro de la tarde, los agentes del Grupo de Homicidios trasladaron al detenido a su domicilio en el barrio de Natzaret, en un coche camuflado de la Polic¨ªa. Acompa?ados por la comitiva judicial, los agentes registraron la vivienda, en los n¨²meros 104 y 106 de la calle Mayor, durante tres horas. Jes¨²s G. J. manten¨ªa una estrecha relaci¨®n con Jos¨¦ Mu?oz Bautista, El Sordo, el padre del ni?o atropellado, que se entreg¨® en el juzgado 40 horas despu¨¦s del suceso. La Polic¨ªa sospecha que ambos se dedicaban al tr¨¢fico de drogas, como los ocho detenidos en la Operaci¨®n Carbones el viernes en cinco chal¨¦s cercanos al de Mu?oz. Los agentes buscan a m¨¢s sospechosos ya que, seg¨²n la autopsia, en el linchamiento participaron al menos cuatro personas.
La Polic¨ªa cotejar¨¢ el pelo del detenido con el hallado en el lugar del crimen
El cabello canoso de Jes¨²s G. J. tiene una relevancia fundamental en la investigaci¨®n. En el lugar del crimen, la oscura calle de Algemes¨ª, en el conf¨ªn de Natzaret, sin aceras, y convertida en un barrizal por las ¨²ltimas lluvias, los agentes de la Polic¨ªa Cient¨ªfica descubrieron unos cabellos canosos mientras se efectuaba el levantamiento del cad¨¢ver del camionero Antonio Civantos. Ahora la Polic¨ªa Cient¨ªfica cotejar¨¢ los pelos de este hombre de etnia gitana, de unos 50 a?os, con los cabellos hallados junto al cuerpo sin vida del transportista. Esta prueba gen¨¦tica, que puede prolongarse varias semanas, es b¨¢sica, seg¨²n los investigadores, para poder presentarle una prueba fiable al juez que demuestre la participaci¨®n en el linchamiento de este segundo detenido. En el registro de la vivienda de Jes¨²s G. J. en la calle Mayor de Natzaret, los polic¨ªas del Grupo de Homicidios se llevaron varias bolsas de pl¨¢stico que conten¨ªan ropa del detenido, con la esperanza de hallar alg¨²n cabello para efectuar los an¨¢lisis gen¨¦ticos pertinentes. Es su ¨²nica esperanza, ya que hasta ahora no han dado con ning¨²n testigo ocular que pueda aportar datos relevantes. La calle estaba muy oscura, lamentan los compa?eros del transportista asesinado. Los agentes ven¨ªa buscando en los ¨²ltimos d¨ªas a una persona de pelo cano que mantuviera una estrecha relaci¨®n con Jos¨¦ Mu?oz Bautista, El Sordo, padre del beb¨¦ atropellado, que se entreg¨® y confes¨® su participaci¨®n en el linchamiento. La autopsia del transportista revel¨® que, al menos, tomaron parte cuatro personas en el linchamiento. Despu¨¦s de que El Sordo se entregara en el juzgado de guardia a las 40 horas del suceso -a la misma hora en que enterraban a su peque?o- la Polic¨ªa centr¨® la investigaci¨®n en los parientes directos de El Sordo. Sospechaban sobre todo de dos t¨ªos carnales del ni?o y de una mujer de la familia. Cambio de rumbo Sin embargo, hace unos d¨ªas los agentes del Grupo de Homicidios empezaron a seguir el rastro de otras personas que no pertenec¨ªan a la familia Mu?oz pero que podr¨ªan encontrarse en su chal¨¦ el d¨ªa de la tragedia por la estrecha relaci¨®n que manten¨ªan con el padre. Especialmente, les interesaba una persona de cabello canoso. Finalmente las pistas les llevaron hasta Jes¨²s G. J. Este hombre, muy amigo de El Sordo, resid¨ªa en el centro de Natzaret, en plena calle Mayor, muy cerca del mercado y de la iglesia. Lejos del escenario de la tragedia y de la operaci¨®n antidroga del viernes. La vivienda de Jes¨²s G. J. es una casa de dos plantas muy amplia, que est¨¢ decorada lujosamente, lo que da una idea del alto poder adquisitivo de su propietario. Mientras los agentes del Grupo de Homicidios de la Polic¨ªa registraban la vivienda, varios familiares aguardaban en un Mercedes plateado, matr¨ªcula de Madrid, en una calle cercana. Tiempo atr¨¢s esta vivienda fue la sede de la Asociaci¨®n Cultural Andaluza del barrio, hasta que se la qued¨® Jes¨²s G. J. y la someti¨® a una profunda reforma. Los vecinos, que se congregaron en la calle para presenciar el registro, comentan que este hombre vino desde Madrid con su familia hace un a?o y medio.
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