Navegaci¨®n
Un proyecto local de capital netamente hispalense puede acabar con uno de los contenidos m¨¢s atractivos que a¨²n perduran de la Exposici¨®n de 1992. Me estoy refiriendo a la hermosa met¨¢fora que Daniel Freixes, Jos¨¦ Angli y Pablo Emilio P¨¦rez-Mallaina, entre otros, realizaron sobre los oc¨¦anos y el hombre, desde que los mares fueron barreras hasta que el arte de navegar y la tecnolog¨ªa marina convirtieron las aguas en caminos que unieron a los pueblos de las cuatro esquinas del mundo. Una exposici¨®n brillante, did¨¢ctica y espectacular capaz de emocionar al cr¨¢neo m¨¢s estepario. Esta exposici¨®n, que cost¨® en su d¨ªa casi 1.700 millones de pesetas p¨²blicas, continua llevando gente al Pabell¨®n de la Navegaci¨®n. Sin embargo, corre peligro cierto de ser devorado por el mar tenebroso de la noveler¨ªa hispalense que aspira a hundirlo sobre los pies de otro proyecto. Este nuevo proyecto ambiciona, entre otras metas leg¨ªtimamente mercantiles, ubicar donde ahora se ve aquella muestra un Museo de las Ciencias. En resumen: quieren desnudar a un santo para vestir a otro, sin quiz¨¢ caer en la cuenta de que, precisamente en Sevilla, hay ropas y camareras de sobra para uniformar santos sin la necesidad de que uno de ellos se quede desarropado. La cuesti¨®n no es Museo de la Ciencia o exposici¨®n del Pabell¨®n de la Navegaci¨®n. Ninguna de las dos propuestas son excluyentes. Sobre todo cuando se comprende que el mundo de hoy es la consecuencia directa del af¨¢n cient¨ªfico y aventurero del tiempo que se evoca en el pabell¨®n de Guillermo V¨¢zquez Consuegra. En la ciudad, desde ¨¢mbitos ciudadanos y universitarios, se ha puesto proa hacia la salvaci¨®n de la exposici¨®n. Salvarla para reordenarla y convertirla en la gran reflexi¨®n sobre el Guadalquivir, un caudal de afluencias e influencias hist¨®ricas que abri¨® puerto y puertas para tantas esperanzas pasadas y futuras y no pocas decepciones presentes. Quer¨¦rsela cargar para montar en su lugar un Museo de la Ciencia se me antoja un ejercicio muy poco cient¨ªfico, adem¨¢s de una propuesta indecente con el dinero de todos.J. F?LIX MACHUCA
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