El puerto de Alicante vende la tercera fase del hotel Meli¨¢ a precio de coste

Tres a?os despu¨¦s de su adquisici¨®n, el puerto de Alicante ha conseguido desprenderse de una propiedad que sus representantes calificaron ayer de "maldita". Se trata de la tercera fase del hotel Meli¨¢, un edificio vac¨ªo y sin utilidad p¨²blica definida por el que la entidad, a trav¨¦s de fondos p¨²blicos facilitados por el ente p¨²blico Puertos del Estado, invirti¨® un total de 1.872 millones de pesetas entre los meses de marzo y julio de 1996. Superada la investigaci¨®n judicial que determin¨® la legalidad de aquella operaci¨®n, el presidente de la Autoridad Portuaria, Mario Flores, anunci¨® ayer que antes de que finalice el a?o recibir¨¢ una se?al con opci¨®n a compra por parte de los propietarios del hotel Meli¨¢, contiguo al pol¨¦mico inmueble, que ampliar¨¢n el negocio. La transacci¨®n se formalizar¨¢ en febrero, en condiciones en principio nada ventajosas para el puerto: el edificio se vende por el mismo precio que se pag¨® hace tres a?os. De las ofertas negociadas por el puerto de Alicante para desprenderse de la tercera fase del Meli¨¢, tres estaban en fase de negociaci¨®n "avanzada". Mario Flores declar¨® ayer que "la m¨¢s consistente" part¨ªa de los actuales comuneros del hotel Meli¨¢, interesados en ampliar sus instalaciones. Aunque se mantienen las conversaciones con el resto, el puerto pacta el montante de la se?al que recibir¨¢ del Meli¨¢ este mismo mes, con derecho a compra. A plazos El pol¨¦mico edificio cambiar¨¢ de manos en febrero, y lo har¨¢ sin reportar beneficio alguno al puerto, que vende exactamente por la misma cantidad que invirti¨® en 1996. El pago, adem¨¢s, ser¨¢ aplazado. "Ahora estamos intentando acortar en lo posible el plazo, y naturalmente cobraremos intereses", se?al¨® Flores. Inicialmente, la Autoridad Portuaria no recuperar¨¢ todo lo invertido hasta dentro de diez a?os, en el 2009. El puerto, al menos, presiona para que los compradores se hagan cargo de los 60 millones de pesetas que ha costado el mantenimiento, vigilancia y pago de impuestos del edificio durante tres a?os. A la venta se llega despu¨¦s de un largo proceso plagado de imprevistos y situaciones casi irrisorias. Tras su llegada a la presidencia de la Autoridad Portuaria, Mario Flores declar¨® que se hab¨ªa encontrado con un edificio que no le serv¨ªa para nada. Pocos meses despu¨¦s constat¨® desilusionado que ninguna otra instituci¨®n p¨²blica se quer¨ªa hacer cargo del inmueble, que ofreci¨® a la Generalitat, al Ayuntamiento y a la Diputaci¨®n. Con el objetivo puesto en recuperar el dinero invertido para acometer obras de infraestructura portuaria, el puerto sac¨® el edificio a p¨²blica subasta, que publicit¨® en todos los medios informativos. Acabado el plazo de presentaci¨®n de ofertas, un cabizbajo Mario Flores reconoci¨® que la idea hab¨ªa resultado un fracaso al no haberse interesado nadie. La siguiente ofensiva, mantenida hasta ahora, consisti¨® en iniciar un largo periplo por empresas hoteleras y comerciales para intentar colocar el edificio sin beneficio econ¨®mico alguno para el ofertante. Ha sido la ¨²nica forma de vender.