Pe?¨ªscola
Dej¨® dicho Joan Fuster que la ¨²nica frontera clara del Pa¨ªs Valenciano era el mar. Ese mar valenciano que rodea el antiguo casco urbano de Pe?¨ªscola por todas partes menos por el istmo. Ese istmo o t¨®mbolo que era antes una lengua de arena y hoy cemento, hoteles, apartamentos, souvenirs y zonas de esparcimiento. En Pe?iscola hubo un tiempo de apacibles pescadores, p¨ªcaros contrabandistas y antipapas intrigantes. De hecho la figura hist¨®rica y fantasmal de Benedicto XIII fue y sigue siendo reclamo tur¨ªstico para la singular pen¨ªnsula valenciana. Pero hoy la picard¨ªa y la intriga son otras; los contrabandistas utilizan tel¨¦fono m¨®vil; el cisma es pol¨ªtico, y una fantasmal pol¨ªtica municipal se ense?orea de calles estrechas, morunas azoteas planas y urbanizaciones extramuros. Urbanizaciones mil que, como en tantos otros lugares, rompieron la l¨ªnea de la costa valenciana. Durante la pasada legislatura o mandato electoral, los ediles de este pueblo tur¨ªstico internacionalizado dejaron at¨®nitos a los espectadores de un pleno municipal. Se deb¨ªa votar una moci¨®n de censura, y no se vot¨® porque huevos y tomates invadieron los espacios a¨¦reos del sal¨®n de plenos. Con los vegetales volaron tambi¨¦n improperios y otras lindezas en el viejo ayuntamiento del recinto amurallado. Entre las derechas andaba el juego: la derecha del provincial Carlos Fabra y la derecha del cism¨¢tico y tr¨¢nsfuga Ansu¨¢tegui, por entonces todav¨ªa diputado auton¨®mico. Huevos claros, tomates transparentes e improperios n¨ªtidos, pero el tiberio era opaco, porque imped¨ªa distinguir los reales juegos de intereses que se encond¨ªan tras la verdura y la alb¨²mina de los huevos. La opacidad, que se nos presenta a la opini¨®n p¨²blica envuelta en desatino, intriga y juzgados, contin¨²a configurando la pol¨ªtica municipal a la sombra del castillo de Pedro de Luna. Las ¨²ltimas elecciones dieron una mayor¨ªa relativa al PSPV: 200 votos le faltaron para alcanzar la otra, la mayor¨ªa absoluta que se llev¨® una coalici¨®n de partidos y grupos de derechas. Y la coalici¨®n de la diestra se fragmenta con un tr¨¢nsfuga como protagonista, y el tr¨¢nsfuga del PP se integra en Iniciativa de Progreso (grupo formado por los hijos pol¨ªticos del fallecido Lizondo y partidarios de Dios sabe qu¨¦ iniciativa y qu¨¦ progreso), y se le presenta una moci¨®n de censura al alcalde del PP, y Carlos Fabra indica que se vote la moci¨®n, porque hay que quitarse la espinita p¨²blica que se tiene clavada desde el carnaval de la tr¨¢nsfuga Maruja de Benidorm (y as¨ª se les dice a los adversarios que en cuesti¨®n de transfuguismo, ellos m¨¢s), y el alcalde del PP de Pe?¨ªscola ni dimite, ni convoca el pleno de la moci¨®n de censura, ni convoca pleno alguno, y los juzgados y tribunales dicen que se convoque y no se convoca, y los dirigentes del PSPV-PSOE no caen en la trampa del numerito transfuguista de Pe?¨ªscola, pero la agrupaci¨®n local es de otra opini¨®n, y sigue el tiberio, los juzgados, las sentencias, las acusaciones en torno a intereses ocultos que no se detallan y...la opacidad del desaguisado, vecinos, en la turbia pol¨ªtica municipal en la sede medieval del antipapa Luna. Y se necesita y es preceptiva la claridad en ese tiberio donde no se sabe bien d¨®nde empieza lo l¨ªcito y acaba el desafuero y los intereses en juego. Porque si el papado de Benedicto XIII est¨¢ envuelto en confusi¨®n cism¨¢tica, en la pol¨ªtica municipal y urban¨ªstica de Pe?¨ªscola, la ¨²nica frontera clara es el mar, aunque no sepamos hasta cu¨¢ndo.
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