El sida obliga a muchos africanos a romper sus tradiciones funerarias
Miles de cad¨¢veres son enterrados sin ritos
La cat¨¢strofe del sida, adem¨¢s de su coste en v¨ªctimas mortales, est¨¢ quebrando en ?frica tradiciones decisivas, como las funerarias. El creciente n¨²mero de fallecimientos obliga a practicar a toda prisa y de cualquier manera numerosos enterramientos, en unas culturas en las que un sepelio precipitado o descuidado acarrea condenar al muerto a vagar sin reposo e incluso a vengarse de los vivos.Zimbabue es un ejemplo, con 700 fallecimientos por el sida cada semana. Seg¨²n cifras oficiales, miles de cad¨¢veres no reclamados son enterrados sin los funerales que socialmente se requerir¨ªan. Las capillas ardientes de los hospitales est¨¢n repletas y los cad¨¢veres yacen abandonados o apilados por los suelos. En la localidad de Murerwa los familiares deben pasar en el velatorio por encima de los cuerpos si quieren ir al ba?o. El ministro de Sanidad, Timothy Stamps, reconoce que el Gobierno proyectaba construir nuevos dep¨®sitos funerarios para hacer frente a una tragedia que afecta a 1,5% de los 12 millones de habitantes. 350.000 enfermos est¨¢n en fase terminal.
"El descuido en este asunto es muy serio, porque un cierto n¨²mero de rituales deben ser respetados por la familia del muerto", dice Chavunduka, presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Curanderos Tradicionales y doctor en Sociolog¨ªa de la Medicina por la Universidad de Londres. "Si eso no se hace, el esp¨ªritu del fallecido se convierte en hostil y puede, como venganza, provocar enfermedades y desdichas entre los parientes que le sobreviven". Un funeral bien realizado significa, por contra, asegurarse la "protecci¨®n" del fallecido y su reposo real en el m¨¢s all¨¢.
En Zimbabue, como en otros muchos pa¨ªses africanos, la influencia de los muertos y la creencia en la brujer¨ªa se admiten tanto en los ambientes del Parlamento como en las aldeas.
"Debemos enterrar a nuestros muertos", dice Thandi, una empleada de oficina en la capital, cuya hermana ha perdido tres hijos adultos por el sida en un solo a?o, "pero con familias enteras que desaparecen en un par de a?os, muchas personas no llegan a poder cumplir con los rituales que forman parte de la tradici¨®n".
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