El Gobierno iraqu¨ª minimiza los da?os en previsi¨®n de nuevos ataques en enero
Irak ha hecho p¨²blico su parte de bajas. Reconoce s¨®lo la muerte de 62 soldados y otros 180 soldados heridos. Mientras, se desconoce el n¨²mero total de bajas civiles, as¨ª como los da?os concretos producidos en sus infraestructuras. Se trata del primer balance oficial ofrecido ayer tarde por el r¨¦gimen de Sadam Husein tras el cese de los bombardeos estadounidenses y brit¨¢nicos, que duraron cuatro d¨ªas. En este panorama de hermetismo, los periodistas internacionales se han convertido, a pesar de los controles, en sabuesos que tratan de descubrir en la ciudad las huellas dejadas por los misiles.
"EEUU miente cuando afirma que ha conseguido neutralizar al Ej¨¦rcito iraqu¨ª", asegur¨® ayer el viceprimer ministro, Tarek Aziz, tratando de minimizar los efectos provocados por los bombardeos, que finalizaron el pasado domingo, una vez iniciado el mes sagrado del Ramad¨¢n.El primer balance oficial iraqu¨ª no ofreci¨® ayer ninguna cifra ni datos con respecto a las bajas civiles, limit¨¢ndose Aziz a decir que "son m¨¢s importantes que las bajas militares" y que, en cualquier caso, seg¨²n ¨¦l, est¨¢n a disposici¨®n de la prensa en el Ministerio de Sanidad o en los diferentes hospitales del pa¨ªs. La pol¨ªtica de hermetismo adoptada por el r¨¦gimen de Sadam Husein afecta tambi¨¦n a los da?os en las infraestructuras, de los que se neg¨® a hacer ninguna referencia, sugiriendo que era una cuesti¨®n de sensibilidad, ya que son menos importantes que las vidas humanas.
Tarek Aziz, en una concesi¨®n puntual, reconoci¨® que hab¨ªan quedado destruidas gran parte de las comunicaciones con el sur del pa¨ªs, sin especificar o hacer alguna referencia a los importantes da?os sufridos en la refiner¨ªa de Basora y en el puerto cercano de Umel Kaser, el m¨¢s importante del pa¨ªs, por el que se realiza la mayor parte de las exportaciones de crudo. A?adi¨® tambi¨¦n que un gran n¨²mero de cuarteles y de instalaciones militares hab¨ªa sido destruido.
La ambig¨¹edad en la informaci¨®n se contradice en la calle. La destrucci¨®n de la sede de los servicios secretos Mujabarat, que qued¨® en ruinas tras el impacto de un misil inteligente en el segundo d¨ªa de los ataques, no ha sido a¨²n reconocida por las autoridades iraqu¨ªes, a pesar de que los da?os en la instalaci¨®n son evidentes. El edificio, en el centro de un recinto amurallado, aparece en su estructura exterior aparentemente indemne, pero, a trav¨¦s de las ventanas, se adivinan los hierros retorcidos, los tabiques ca¨ªdos y el mobiliario calcinado.
El Ej¨¦rcito continuaba ayer apostado en torno al edificio, custodi¨¢ndolo como si nada hubiera sucedido. Todo eso daba la sensaci¨®n de que en el interior de los temidos servicios de inteligencia iraqu¨ª a¨²n hay secretos por guardar, cuando en realidad se intuye que los archivos ardieron.
Tampoco se ha informado de la destrucci¨®n de otro centro clave militar iraqu¨ª, el Ministerio de Industria del Ej¨¦rcito, cuyo interior qued¨® tambi¨¦n totalmente deshecho por otro misil inteligente. La estructura exterior tambi¨¦n permanece inc¨®lume, como si se tratara de un edificio fantasma. Dentro, el edificio est¨¢ ya muerto.
?Por qu¨¦ Irak se niega a reconocer o explicar sus da?os? La respuesta hay que buscarla en las propias palabras de Tarek Aziz, cuando vaticin¨® ayer la posibilidad de nuevos ataques, despu¨¦s del Ramad¨¢n, en un nuevo acto de "agresi¨®n colonial". Si los temores del r¨¦gimen iraqu¨ª son ciertos, entonces tendr¨ªa su l¨®gica el tratar de esconder los da?os y las bajas civiles, con un doble objetivo: no dar pistas al enemigo y no provocar la desesperaci¨®n de la poblaci¨®n. ?sa es la teor¨ªa que se manten¨ªa ayer en c¨ªrculos diplom¨¢ticos.
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