EEUU considera "un paso atr¨¢s" la condena de tres disidentes chinos

El Partido Democr¨¢tico Chino (PDCh) ya ha sido descabezado completamente. Ayer fue condenado el tercer dirigente del PDCh, Qin Yongmin, a 12 a?os de prisi¨®n por "actividades subversivas". El pasado lunes recibieron sentencias de 13 y 11 a?os de prisi¨®n los otros dos fundadores del PDCh, Xu Wenli y Wang Youcai. Estados Unidos cree que Pek¨ªn ha dado un "deploraba paso atr¨¢s" con las condenas, al deso¨ªr las recomendaciones del presidente Bill Clinton durante su visita el pasado mes de septiembre.

Las condenas a los tres activistas pro derechos civiles y pol¨ªticos, detenidos y procesados sin las m¨ªnimas garant¨ªas, han desencadenado las protestas formales de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania y de la comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Mary Robinson.La queja m¨¢s contundente la ha hecho Estados Unidos. El portavoz del Departamento de Estado, James Foley, dijo ayer que su pa¨ªs reconoce "peque?os avances en la situaci¨®n de los derechos humanos en China" desde la visita de Bill Clinton el pasado mes de septiembre, pero, inmediatamente, a?adi¨® que "las severas sentencias contra estos tres preeminentes activistas suponen un paso atr¨¢s".

Mary Robinson, la responsable de Naciones Unidas de velar por el cumplimiento de los derechos humanos, se mostr¨® ayer "perpleja" por esta represi¨®n cuando China hab¨ªa firmado en octubre el Convenio sobre Derechos Civiles y Pol¨ªticos de la ONU. Robinson pidi¨®, a principios de diciembre, garant¨ªas para los tres detenidos y ahora se tendr¨¢ que conformar con una explicaci¨®n por escrito de c¨®mo se desarrollaron los procesos. Estas reacciones no han gustado a las autoridades de Pek¨ªn, que han respondido a trav¨¦s de la agencia de prensa oficial, Xinhua, deplorando "la ignorancia de los pa¨ªses occidentales acerca de la pol¨ªtica de derechos humanos en China".

Los peri¨®dicos locales volvieron a hacer referencia a la existencia de disidentes al r¨¦gimen comunista ayer, despu¨¦s de nueve a?os de silencio (desde los sucesos de Tiananmen en 1989). "Los tres disidentes han sido condenados en juicios abiertos y legales por llevar a cabo actividades subversivas en el marco de una organizaci¨®n ilegal financiada por fuerzas extranjeras". China no parece dispuesta a ceder. El PDCh se ha convertido en una amenaza demasiado importante. Se trata de un partido liderado por hist¨®ricos activistas que, en tan s¨®lo cuatro meses, ha logrado aglutinar al disperso movimiento democr¨¢tico chino y abrir delegaciones en 23 provincias. Es el primer intento de formar una oposici¨®n nacional al Gobierno dirigido actualmente por Jiang Zemin. La campa?a contra el PDCh ha sorprendido, ya que, tras la visita del presidente estadounidense, Pek¨ªn inici¨® una relaci¨®n tolerante con la oposici¨®n que hizo so?ar a los tres dirigentes ahora encarcelados con la posibilidad de registrar legalmente su partido.

La pol¨ªtica de represi¨®n puede ser, sin embargo, un arma de doble filo para el r¨¦gimen comunista. Wang Dan, dirigente del movimiento estudiantil que fue aplastado en 1989 en la plaza de Tiananmen, pidi¨® ayer desde el exilio, junto a otros 20 disidentes, a la comunidad internacional que "presione para lograr la liberaci¨®n inmediata de los tres activistas".