El socialista S¨¢nchez Bugallo sustituye a Est¨¦vez como alcalde de Santiago

El socialista Xos¨¦ S¨¢nchez Bugallo fue elegido ayer nuevo alcalde de Santiago de Compostela en sustituci¨®n de su compa?ero de partido Xerardo Est¨¦vez, quien abandon¨® el puesto el pasado s¨¢bado tras 14 a?os de ejercicio. S¨¢nchez Bugallo, de 44 a?os de edad, prometi¨® continuar con las l¨ªneas generales del programa de Est¨¦vez, cuyo proyecto de transformaci¨®n urbana de la ciudad le granje¨® alabanzas casi un¨¢nimes, incluidas las de sus adversarios pol¨ªticos.S¨¢nchez Bugallo, que el pasado mes de noviembre ya gan¨® por estrecho margen las elecciones primarias del PSdeG-PSOE para la designaci¨®n del candidato a la alcald¨ªa compostelana, se enfrentar¨¢ a la dif¨ªcil misi¨®n de intentar revalidar su mandato en los comicios municipales de junio de 1999. La retirada de Est¨¦vez, quien aleg¨® que desea dedicarse a su profesi¨®n de arquitecto, ha comprometido seriamente las posibilidades electorales de los socialistas en Santiago, donde el PP se va a volcar en apoyo de su candidato, el actual consejero de Presidencia de la Xunta, Dositeo Rodr¨ªguez.

Santiago es una ciudad de voto tradicionalmente conservador, como se manifiesta en las elecciones generales y las auton¨®micas, pero que los socialistas han podido gobernar desde 1983 gracias a la popularidad personal de Est¨¦vez.

Una encuesta publicada la pasada semana por el diario La Voz de Galicia predice que, tras la retirada de Est¨¦vez, los populares tampoco lograr¨¢n esta vez la mayor¨ªa absoluta y la alcald¨ªa podr¨ªa ser para la nacionalista Encarna Otero, puesto que el BNG, seg¨²n ese sondeo, desplazar¨ªa al PSOE como segunda fuerza pol¨ªtica en la comunidad gallega.

Fuentes del propio PSdeG replican con otra encuesta que otorga a la candidatura de S¨¢nchez Bugallo el segundo puesto, por detr¨¢s del PP, al que reconocen posibilidades de alcanzar la mayor¨ªa. La cercan¨ªa personal de Rodr¨ªguez al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y los malos augurios para el PP en Vigo y A Coru?a han convertido a Santiago en el objetivo m¨¢s codiciado de los populares.