Cierra la innovadora galer¨ªa Carles Poy, situada en el Raval barcelon¨¦s
La galer¨ªa Carles Poy, situada en la calle de Doctor Dou n¨²mero 10 de Barcelona, cerrar¨¢ sus puertas definitivamente una vez haya acabado la actual doble exposici¨®n. El cierre del establecimiento ser¨¢ efectivo a finales del pr¨®ximo mes de febrero. La exposici¨®n en curso, cuya comisaria es por Maite Lor¨¦s y caracter¨ªstica de las que ha programado Poy durante estos a?os, habla con elocuencia del motivo por el que el proyecto de la galer¨ªa ha acabado en el dique seco: la asunci¨®n de riesgos excesivos.
Richard Wentworth y Ceal Floyer son dos artistas de logros notables y s¨®lida reputaci¨®n internacional; la exposici¨®n est¨¢ patrocinada por The British Council y The Henry Moore Foundation; Wentworth y Floyer muestran sendas instalaciones m¨ªnimas, depurad¨ªsimas, duras y dif¨ªcilmente comercializables: se trata, respectivamente, de dos series de platos partidos por la mitad colgados de la pared formando arcos, y de la proyecci¨®n de una intermitente mancha de luz en una sala oscura. Despu¨¦s del cierre de la galer¨ªa, ambas piezas viajar¨¢n al espacio de Rafael Ortiz en Sevilla. "Esta clase de exposiciones", dice Poy, "deber¨ªa programarlas alguna instituci¨®n p¨²blica, pero como no lo hacen, me he metido yo a hacerlo. He intentado mostrar las cosas que de verdad se est¨¢n haciendo. Son experiencias apasionantes pero que requieren una gran inversi¨®n. ?Me he equivocado? Quiz¨¢ me he equivocado, todos lo hacemos. Las cargas financieras de iniciativas as¨ª y de mantener un local como ¨¦ste me limitan para moverme y seguir trabajando en vincular a los artistas de aqu¨ª con centros y creadores de otros pa¨ªses. Ha llegado el momento de un cambio. Afirma el galerista que el cierre del local que lleva su nombre no supone mantenerse inactivo, en buena parte gracias a los contactos internacionales que ha establecido durante los ¨²ltimos a?os, especialmente con centros de arte p¨²blicos y privados de Viena, Londres y Montreal. Desde un local m¨¢s llevadero en la calle de Montcada proyecta, entre otras cosas, seguir representando a una docena de artistas barceloneses con los que ha trabajado siempre y el lanzamiento de una colecci¨®n de libros y una revista dedicada a la creaci¨®n. Poy cree que "hay mucho por hacer para mostrar el enorme potencial cultural de esta ciudad, que ahora no se ve". Carles Poy, nacido en 1957, abri¨® su primer, min¨²sculo espacio en la calle de Jup¨ª del Born en 1989, con el que se convirti¨® r¨¢pidamente en el galerista m¨¢s joven, atrevido y estimulante de la ciudad. En 1995 se traslad¨® a Doctor Dou, donde abri¨® puertas con la exposici¨®n colectiva La pintura considerada como una de las bellas artes. Al a?o siguiente la asociaci¨®n de cr¨ªticos de arte de Barcelona le distingui¨® con el premio a la mejor programaci¨®n. En sus salas alternaban los artistas de otros pa¨ªses como Colette Whiten y los locales como Miquel Mont, Daniel Chust y V¨ªctor Mira. Este oto?o mantuvo un enfrentamiento con las autoridades culturales de la Generalitat a prop¨®sito de la organizaci¨®n de exhibici¨®n del arte catal¨¢n en Flandes. Poy denunci¨® el incumplimiento de los compromisos del Departamento de Cultura, y fue destituido fulminantemente como representante de las galer¨ªas. "Soy combativo", dice, "porque creo que es fundamental que las instituciones p¨²blicas colaboren con las privadas en la promoci¨®n del arte contempor¨¢neo, como pasa en toda Europa. En este pa¨ªs, donde los coleccionistas son pocos y han sido quemados por la especulaci¨®n, donde la proyecci¨®n de los artistas es escasa y donde hay que educar a la gente para que pierda el miedo al arte contempor¨¢neo, esta colaboraci¨®n es urgente, fundamental".
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