El l¨¢ser llega a la consulta del dentista
Los haces de luz comienzan a utilizarse para eliminar las caries y cortar piezas dentales
El temor al dentista no tendr¨¢ pronto raz¨®n de ser. Los nuevos tratamientos van a librar al paciente de la fresa, de la anestesia y del miedo al dolor. Adem¨¢s, parecen ser, en sus primeras fases, m¨¢s seguros, precisos y r¨¢pidos que los m¨¦todos tradicionales. Tras d¨¦cadas de investigaci¨®n, se ha logrado utilizar los rayos l¨¢ser para realizar cortes eficaces y sin dolor en los dientes para eliminar la caries y preparar las cavidades para los empastes. La aplicaci¨®n de rayos X por ordenador permite adem¨¢s reducir considerablemente los niveles de radiaci¨®n a los que est¨¢n expuestos los pacientes.El empleo del l¨¢ser, que se utiliza con un chorro de agua dirigido a los dientes, se ha llevado a cabo con ¨¦xito en pruebas cl¨ªnicas dentales realizadas en 1.800 personas. S¨®lo el 1% sinti¨® dolor o necesit¨® anestesia, frente al 70% de los que son tratados con una fresa. El desarrollo de esta tecnolog¨ªa culmina cuatro d¨¦cadas de investigaci¨®n en las que se han superado obst¨¢culos como el calor que genera el l¨¢ser, que podr¨ªa da?ar el nervio del diente y destruir el material de fibra ¨®ptica que se necesita para poder aplicarlo en la pieza dental.
David Momtaheni, profesor de la Escuela de Odontolog¨ªa de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), afirma que los nuevos l¨¢ser son "extremadamente importantes y abren toda una nueva era" en un campo que siempre se ha asociado con el dolor. Aunque no ha demostrado efectos secundarios, todav¨ªa es pronto, sin embargo, para descartar que tenga efectos nocivos ocultos a m¨¢s largo plazo.
La carrera para aprovechar esta tecnolog¨ªa comenz¨® en 1964, cuando Leo Goldman, director de Dermatolog¨ªa de la Universidad de Cincinnati, comenz¨® a experimentar con l¨¢ser. Intent¨® introducir combinaciones variadas de elementos o compuestos qu¨ªmicos -holmio, neodimio, itrio y litio entre otros- en cilindros cristalinos y lanz¨® hacia ellos rayos de luz com¨²n. Lo que esperaba era activar o excitar los electrones de los elementos o los compuestos qu¨ªmicos para crear luz con la longitud de onda y energ¨ªa adecuadas para cortar el esmalte del diente sin recalentarlo. Pero result¨® dif¨ªcil lograr las combinaciones qu¨ªmicas correctas.
No fue hasta 1980 cuando un equipo de investigadores dirigidos por Myron Wohlbareht, de la Universidad de Duke, y Robert Freiberg, en representaci¨®n de los grupos privados, dieron con el erbio, que en combinaci¨®n con otros elementos produce la longitud de onda id¨®nea para cortar el esmalte dental. El grupo consigui¨® la patente en 1987. Pero el problema del recalentamiento persist¨ªa.
Durante los cuatro a?os siguientes, Freiberg y su equipo tuvieron la idea de a?adir agua para que absorbiera el calor suficiente antes de que el rayo saliera del cilindro. Premier Laser Systems, de Irvine, California, consigui¨® la aprobaci¨®n de la FDA para el tratamiento en adultos y, m¨¢s tarde, en ni?os.
Wayne T. Wozniak, de la Asociaci¨®n Dental Americana, considera que el l¨¢ser es una nueva herramienta muy importante para la odontolog¨ªa, pero advierte que si penetra demasiado, puede da?ar los dientes y causar dolor. Considera adem¨¢s que el l¨¢ser no puede sustituir por completo a la fresa y que su utilizaci¨®n no est¨¢ aconsejada para la extracci¨®n de empastes con una base de metal. La forma correcta de extraer un empaste es, seg¨²n los especialistas, cortar alrededor y extraerlo con una pinza dental. La t¨¦cnica del l¨¢ser puede ser utilizada siempre que la maneje un profesional suficientemente preparado.
A estos avances hay que a?adir la tecnolog¨ªa de rayos X intensificada por ordenador, que se desarroll¨® en 1994 en un s¨®tano de David B. Schick, actual presidente y jefe ejecutivo del Schick Technologies. Desde entonces, se ha ido perfeccionando de manera que ahora est¨¢n ya disponibles unos aparatos que ofrecen una imagen del interior de la boca del paciente mucho m¨¢s amplia, clara y f¨¢cil de observar.
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