Chiapas impide la normalizaci¨®n de M¨¦xico tras cinco a?os de rebeli¨®n

A cinco a?os del alzamiento zapatista en Chiapas, y pese a las inversiones efectuadas por el Gobierno para desarrollar el empobrecido Estado sure?o y de esta manera restar apoyo civil y razones a la guerrilla del subcomandante Marcos, la marginaci¨®n de siempre no ha sido derrotada, y los campesinos de las zonas en conflicto permanecen en la miseria o en precario.

La madrugada del primero de enero de 1994, en una insurrecci¨®n que asombr¨® al mundo porque las otras americanas ya hab¨ªan concluido o declinaban, cientos de ind¨ªgenas armados, algunos con escopetas de madera, ocuparon cinco poblaciones, llegaron hasta San Crist¨®bal de las Casas, y dictaron leyes revolucionarias. Pocos d¨ªas m¨¢s tarde, despu¨¦s de cuatro balazos, se replegaron a las profundidades de la selva Lacandona, y qued¨® abierta una guerra de comunicados y denuncias, un debate nacional sobre la situaci¨®n de los 10 millones de ind¨ªgenas mexicanos que a¨²n prosigue y divide. La crisis de los altos de Chiapas impide la normalizaci¨®n pol¨ªtica de M¨¦xico, peri¨®dicamente reaparece envenenada y sangrienta, y ning¨²n esfuerzo para solucionarla ha tenido ¨¦xito.

Di¨¢logo suspendido

Desde septiembre de 1996, el di¨¢logo con el Gobierno contin¨²a suspendido, las instancias de mediaci¨®n fracasaron, y las que ahora se intentan no prosperan. El Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) se retir¨® hace dos a?os de las negociaciones, acusando al Ejecutivo de incumplir los acuerdos de San Andr¨¦s sobre derechos y culturas ind¨ªgenas, cuya aprobaci¨®n legislativa se hubiera traducido en enmiendas constitucionales.La Administraci¨®n argument¨® que varios art¨ªculos amenazaban la integridad territorial del pa¨ªs, y la aplicaci¨®n de otros conducir¨ªa a choques civiles. Present¨® un proyecto de ley que fue rechazado por los zapatistas. La lectura de estos cinco a?os efectuada por el secretario (ministro) de Gobernaci¨®n, Francisco Labastida, que sutituy¨® al defenestrado por la matanza de Acteal, donde 45 ind¨ªgenas prozapatistas fueron asesinados, "es p¨¦sima y negativa, principalmente para los que el EZLN dice defender, los ¨ªnd¨ªgenas y los pobres".

Este conflicto, afirm¨® el ministro, no es el m¨¢s peliagudo de su cartera pese a su gran repercusi¨®n p¨²blica, pol¨ªtica, porque "es s¨®lo una peque?a parte del Estado (de Chiapas) y en t¨¦rminos de vida de los habitantes ata?e a una peque?a parte del pa¨ªs". Labastida acepta una entrevista con Marcos pero no para salir en la foto, sino "para poner punto final al conflicto de Chiapas". No ser¨¢ f¨¢cil alcanzarlo antes de las elecciones presidenciales del 2000, cuya proximidad determina en buena medida la agenda mexicana.

De acuerdo con el escritor mexicano Carlos Fuentes, el movimiento del 1 de enero de 1994 fue, fundamentalmente, un grito de alarma.