Unanimidad

Hace siete a?os, cuando la guerra del Golfo, las p¨¢ginas de EL PA?S reflejaron una interesante pol¨¦mica, con dos bandos esquem¨¢ticamente resumidos: a) quienes sosten¨ªamos que la invasi¨®n estadounidense era innecesaria e ilegal, adem¨¢s de inscribirse en su tradicional pol¨ªtica de actuaci¨®n unilateral fuera de sus fronteras en atenci¨®n a sus ¨²nicos intereses; b) quienes apoyaban la invasi¨®n en nombre de la supremac¨ªa occidental en materia de civilizaci¨®n y derechos humanos. Todos consider¨¢bamos a Sadam un s¨¢trapa.Ahora, ante la Operaci¨®n Zorro del Desierto, no ha habido pol¨¦mica. Las cr¨ªticas son un¨¢nimes y los antiguos defensores de Estados Unidos se han llamado a silencio. ?No cree usted que quienes evidentemente se equivocaron entonces deber¨ªan hacernos conocer sus reflexiones actuales? No se trata de entonar meaculpas ni contar las habas de la raz¨®n de cada cual ante este asunto, sino de algo m¨¢s importante: tanto en 1991 como ahora han muerto inocentes (quiz¨¢ miles; no lo sabemos: tampoco en este caso la informaci¨®n ha sido precisa); el embargo a Irak y los sufrimientos de su pueblo persisten; las Naciones Unidas han quedado reducidas a una caricatura de s¨ª mismas; "el integrismo isl¨¢mico aparece hoy como la ¨²nica alternativa frente a lo que denomina "la arrogancia sangrienta" de Estados Unidos" (como escribe en sus p¨¢ginas Sami Na?r), y Estados Unidos, sin traba ni l¨ªmite alguno, amenaza con crear una situaci¨®n internacional de permanente beligerancia, como lo ha demostrado en Granada, Panam¨¢, Libia, Sud¨¢n, Irak y en tantos otros sitios, tantas veces, en este siglo.

La opini¨®n internacional deber¨ªa unificar criterios para prevenir futuras acciones del depredador susceptibles de comprometer la paz mundial.- .