Vecinos y ecologistas alertan ante la fiebre constructora del Baix Llobregat

El sector de la construcci¨®n va viento en popa en el Baix Llobregat. Al igual que en los a?os sesenta y setenta, numerosas poblaciones est¨¢n levantando a finales de los noventa, en los tiempos del desarrollo sostenible, barrios enteros. Las asociaciones de vecinos y las organizaciones ecologistas han dado ya la voz de alarma: si el proceso urbanizador no invierte su tendencia, los pocos espacios naturales que quedan corren el peligro de convertirse en almacenes aislados de flora y fauna.

El Baix Llobregat no es precisamente un territorio con poca densidad urban¨ªstica y demogr¨¢fica. La densidad de poblaci¨®n era en 1997 de 11.900 personas por kil¨®metro cuadrado en Cornell¨¤, 10.176 en Esplugues, 3.351 en Sant Andreu, 3.555 en Sant Boi, 3.017 en Sant Feliu y 2.661 en Viladecans. En toda la comarca, apenas si quedan algo m¨¢s de 4.000 hect¨¢reas de suelo urbanizable programado y cerca de 3.000 no programado. Durante el primer semestre del a?o, en el Baix Llobregat empezaron a construirse 5.500 pisos nuevos, seg¨²n el Colegio de Aparejadores. Esto representa un 24% m¨¢s que en el mismo periodo de 1997 y casi tantos pisos como en todo 1996. En algunas localidades, como Viladecans, Sant Joan Desp¨ª y Sant Vicen? dels Horts, el aumento es del triple respecto al a?o anterior, mientras que en Pallej¨¤ se multiplica por cinco. La fiebre por crecer no la evita ning¨²n color del espectro pol¨ªtico. En Sant Feliu (36.000 habitantes y gobierno de IC) hay en marcha proyectos que suman 3.000 nuevas viviendas. Se prev¨¦ que Viladecans, con alcalde socialista, crezca de 50.000 a 75.000 habitantes en poco m¨¢s de un lustro, y hasta se ha echado mano del suelo urbanizable no programado para construir. En Martorell (18.000 habitantes y gobierno de CiU) los planes urban¨ªsticos suman casi 3.000 pisos nuevos. Tampoco se escapan los municipios peque?os: en Santa Coloma de Cervell¨® (3.358 habitantes) se est¨¢n construyendo un millar de pisos. Riesgos La excepci¨®n es Sant Just Desvern, cuyo alcalde, el socialista Ramon L¨®pez, ha advertido de los riesgos que entra?a emprender este camino. Ante este panorama, la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos del Baix Llobregat y los grupos ecologistas Depana, Acci¨® Ecologista, la Plataforma en favor del Parque Montbaig-Montpedr¨®s y la Coordinadora Salvem el Delta reclaman la moratoria, retirada o recalificaci¨®n de terrenos de diversos proyectos que afectan a espacios de elevado valor medioambiental e instan a las administraciones locales a estudiar, planificar y aprobar medidas espec¨ªficas de protecci¨®n para estos espacios. Los vecinos y ecologistas consideran que si prosperan algunos de los proyectos en curso -especialmente en Castelldefels, Gav¨¤, Viladecans y Sant Boi-, los espacios naturales protegidos en la zona sur del Baix Llobregat, como el delta del Llobregat, el parque del Garraf y la sierra del Ordal, corren el peligro de convertirse en "almacenes aislados sin viabilidad a medio plazo para especies animales y vegetales".