El Fuenlabrada deja a medias la proeza ante un gran Bar?a

El Barcelona se vio obligado a esperar a los ¨²ltimos instantes para resolver un partido magn¨ªfico, repleto de grandes momentos. Tuvo enfrente a un equipo que resulta da?ino en casi todos los aspectos del juego. El casi lo pone la m¨ªnima, casi inexistente, aportaci¨®n de sus hombres de banquillo.El Fuenlabrada dej¨® la proe2a a medias. La vio cerca, a un triple de distancia. 75-78 ganaba el Bar?a a falta de 34 segundos y los madrile?os buscaron a Perasovic, un tipo que vive iluminado. Pero al croata le cerraron el camino uno, dos, tres rivales. Qued¨® el triple definitivo en manos de Ferr¨¢n L¨®pez, otro que tal baila, pero su lanzamiento bail¨® sobre el aro.

Ah¨ª muri¨® un partido fren¨¦tico, de ida y vuelta, en el que el Bar?a tuvo que dar lo mejor de s¨ª mismo para salir triunfante. Hasta que lo logr¨®, al bode del final, el gobierno de aquello estuvo en las manos, y en la cabeza, de Ferr¨¢n L¨®pez, al que le dio lo mismo cruzarse con el considerado mejor base de Europa (Djordjevic) y con el mejor de Espa?a (Nacho Rodr¨ªguez). Ferr¨¢n se pas¨® 20 minutos desbaratando los planes de aquellos y masacrando su canasta.

El descanso lo hab¨ªa dejado todo en el aire (38-36) y nada cambi¨® en la reanudaci¨®n. Disfrutaba Huffman, disfrutaba el Fuenlabrada y disfrutaba la afici¨®n. Lleg¨® la m¨¢xima diferencia (49-43 a falta de 14 minutos) y ah¨ª se produjo el vuelco. Aito se las compuso para cerrar el rebote en defensa, asunto en el que Rentzias tuvo mucho que ver y a Gurovic le dio el arrebato.

El fue quien cambi¨® el curso del partido. Consigui¨® un triple y una canasta desde las nubes. Rentzias la puso en el cielo y Gurovic machac¨® en pleno vuelo. El Bar?a hab¨ªa detenido a tiempo la hemorragia. Y en ¨¦stas que Djordjevic, quiz¨¢ celoso, se apunt¨® a la fiesta iniciada por su compatriota e hizo dos triples que resultaron demoledores para el Fuenlabrada.

Porque ah¨ª pas¨® a mejor vida la diferencia a favor de los madrile?os. Ferr¨¢n dej¨® de verlo claro y los que ocupan siempre el banquillo fuenlabre?o no estuvieron a la altura de un partido tan grande. S¨ª lo estuvo, y de qu¨¦ modo, Due?as, que firm¨® una tarjeta sin tacha (ocho de ocho en tiros de dos).

Llegaron los instantes finales y ah¨ª el Barca hizo valer todo su peso, que es mucho. No le lleg¨® la pelota a Perasovic en la jugada decisiva y el intento de Ferr¨¢n se qued¨® en nada, echando el tel¨®n a un choque que nadie debi¨® perder.