La extra de Navidad para M¨¦xico
La emigraci¨®n en EE UU genera 5.500 mifiones de d¨®lares, un tercio de los ingresos en divisas
Millones de mexicanos saborean estas navidades mole con romeritos, pavo y guisos de camar¨®n gracias a los millones de d¨®lares aportados en diciembre por el mill¨®n de familiares y compatriotas que volvieron a casa procedentes de los tajos de Estados Unidos, y regresan este enero a partirse de nuevo el lomo en los campos de algod¨®n, cadenas industriales y andamios de California, Tejas o Nueva York. Las remesas enviadas anualmente por los cerca de ocho millones de nacionales ernpujados por la pobreza hacia el norte opulento suman cerca de 5.500 millones de d¨®lares (unos 780.000 millones de pesetas), seg¨²n el Banco de M¨¦xico, una cantidad que, adem¨¢s de enriquecer el men¨² de estas fiestas y aliviar la penuria de quienes quedaron, constituye la tercera parte de los ingresos del pa¨ªs en divisas, estimula sectores de la econom¨ªa nacional, y tiene efectos multiplicadores en la manufacturaci¨®n y los servicios.Pero no s¨®lo gana M¨¦xico. Las empresas norteamericanas Money Gram y Westem Union devengan un suculento 18% del dinero girado a trav¨¦s de sus m¨¢s de 30.000 sucursales, esto es, unos 1.200 millones de d¨®lares; la comisi¨®n en los env¨ªos electr¨®nicos es de 14,5% d¨®lares hasta los 300 d¨®lares, y se encarece si aumenta la cantidad. Y en tanto intermediarios agrupados en mallas estafan a los braceros que les encomiendan un promedio del 10% de su salario, salteadores de caminos despluman a otros en las rutas hacia Jalisco, Michoac¨¢n, Zacatecas, Distrito Federal, Guerrero, Veracruz o Puebla.
Los aeropuertos y carreteras fronterizas registran estos d¨ªas el intenso tr¨¢fico de mexicanos con domicilio fijo, en su mayor¨ªa, o temporal en Estados Unidos, que vuelven sin intenciones de quedarse bien porque ya son irremediablemente adictos a la hamburguesa y las palomitas de ma¨ªz con mantequilla o, la gran mayor¨ªa, porque aqu¨ª no encuentran oportunidades profesionales atractivas.
La masiva entrada de d¨®lares es cosa seria: equival¨ªa en 1997 al 4,5% del total obtenido por exportaciones, al 43% del ingreso porla venta de petr¨®leo, y casi al 55% delos ingresos devengados por las maquiladoras, plantas de ensamblaje levantadas en las ciudades lim¨ªtrofes. Seg¨²n datos de la Secretar¨ªa (Ministerio) de Relaciones Exteriores, cada d¨®lar ingresado se traduce en un aumento de 2,90 d¨®lares en el PIB. Adem¨¢s, las remesas permiten a muchas comunidades financiar proyectos de obras p¨²blicas, desde parques a escuelas, carreteras o alcantarillado. Un estudio acerca de la incidencia de la millonada de los emigrantes demostr¨® hace varios a?os que la entrada de sus remesas, utilizadas fundamentalmente para cubrir las necesidades primeras como comida y vestido, determin¨® un aumento del 40% del consumo sobre los recursos de sus habitantes por salarios.
El n¨²mero de mexicanos en Estados Unidos se dispar¨® con la abrupta devaluaci¨®n de las navidades de 1994 y las consiguientes crisis empresariales y bancarias de 1995, pero ya crec¨ªa ininterrumpidamente desde1980, a?o en el que 2,2 millones de nacionales prosperaban aceptando las ofertas de trabajo menos apetecibles de ese pa¨ªs. El dinero enviado por al-menos dos terceras partes de los emigrados pas¨® de 700 millones de d¨®lares a casi siete veces m¨¢s. En tomo a los 84 millones de d¨®lares entraron como inversi¨®n directa en diversas actividades econ¨®micas mexicanas, y muchos millones m¨¢s promovieron indirectamente inversiones en plantas industriales, equipos y mano de obra para atender la demanda adicional de bienes de consumo.
"Pero de no tomarse medidas ser¨¢n los bancos extranjeros que ya han comenzado a internarse en el mercado de las remesas, como el Citibank, Bank of America y otros, los que atraigan a los generadores y receptores de las mismas", advierte Jos¨¦ ?ngel Pescador Osuna, c¨®nsul mexicano en California, que insta a su Gobierno a legislar a fin de que sean aprovechados en M¨¦xico los beneficios derivados de los cuantiosos dep¨®sitos bancarios.
El gobierno cre¨® hace 10 a?os el Programa Paisano para facilitar, y abaratar en lo posible, los env¨ªos de dinero; recibir a los trabajadores que visitan peri¨®dicamente a sus familias, y tambi¨¦n para impedir los abusos cometidos en aduanas y terminales nacionales por funcionarios y pol¨ªcias corruptos, una lacra espcialmente da?ina. Se han inscrito en este programa cerca de un mill¨®n de emigrantes, casitodos con residencia legal en Estados Unidos. Pero puesta la ey, puesta la trampa: este a?o m¨¢s de 160.000 veh¨ªculos comprados en Estados Unidos por mexicanos obtuvieron permiso de circulaci¨®n temporal en M¨¦xico, y entre 10.000 y 15.000 burlaron el impuesto del ciento por ciento
sobre los autom¨®viles importados y se quedaron definitivamente en el pa¨ªs.
Las transferencias de dinero constituyen un negocio redondo, y fue usurero hasta que las denuncias obligaron a Money Gram, Western Union y otras
firmas a atemperar su voracidad. Los equ¨ªvocos en las ofertas de env¨ªo, o simplemente trampas publicitarias, y el manejo discrecional de comisiones en el tipo de cambio, no tardaron en ser descubiertos. A los nacionales de Canad¨¢ en estranjero se les cobra tres veces menos que lo exigido a los mexicanos, seg¨²n las denuncias. El 10 de octubre de 1997, Money Gram y, Western Union ofrecieron girar gratuitamente el dinero de los emigrantes con destino a las v¨ªctimas hurac¨¢n Paulina. "La verdad es que las dos compa?¨ªas se quedaron secretamente con el 10% de cada d¨®lar enviado a M¨¦xico", portest¨® el despacho de abogados Kumetz & Clik, que el 3 de noviembre de aquel a?o present¨® una demanda de mil millones de d¨®lares contra ellas que todav¨ªa no ha sido resuelta.
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