El Defensor del Menor pide que se proh¨ªba la entrada de ni?os a los toros

VIENE DE LA P?GINA 1 La propuesta del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid se recibi¨® ayer con cautela en el Ejecutivo regional y con cierta simpat¨ªa entre los grupos de la oposici¨®n en el Parlamento auton¨®mico (PSOE e IU). Todos se comprometieron, en cualquier caso, a analizar la propuesta de Javier Urra con m¨¢s detalle a lo largo de los pr¨®ximos d¨ªas.

El m¨¢s tibio de todos los consultados result¨® ser el viceconsejero de Cultura de la Comunidad, Juan Carlos Doadrio, que abog¨® por "hacer compatible la opini¨®n de los expertos en el tema con el respeto por un espect¨¢culo al que, no en vano, se le tiene por fiesta nacional". ?Y c¨®mo se conseguir¨ªa tal equilibrio? "La opini¨®n de los psic¨®logos me merece mucho respeto, y que Urra [psic¨®logo y pedagogo] diga esto me lleva a reflexionar sobre si los festejos taurinos pueden resultar contraproducentes para los ni?os", admiti¨® el viceconsejero de Cultura. Acto seguido, sin embargo, matiz¨®: "Tambi¨¦n puede pensarse que el que no quiera llevar a sus hijos a una plaza sencillamente no los llevar¨¢". Tradici¨®n en los pueblos

Eulalia Garc¨ªa, parlamentaria regional socialista y experta en asuntos infantiles, alab¨® el "planteamiento te¨®rico" de Javier Urra, pero apunt¨® que una medida de estas caracter¨ªsticas "puede encontrarse con problemas de dif¨ªcil soluci¨®n en el medio rural, donde ver a la familia al completo en los toros durante las fiestas patronales forma parte de las costumbres de toda la vida". Es decir, desde el partido socialista se defiende la iniciativa del Defensor del Menor, pero existe la sensaci¨®n de que hay que "preparar el terreno" antes de promulgar ninguna ley. "La labor de concienciaci¨®n ha de venir por parte de los alcaldes, las pe?as taurinas y las asociaciones de padres", insisti¨® Garc¨ªa. Esta diputada reconoci¨® que la fiesta de los toros, "vista en fr¨ªo", implica "una agresi¨®n tremenda hacia los animales, por mucho que en Espa?a nos hayamos acostumbrado a ello". Pese a todo, la precipitaci¨®n no puede ser buena consejera en un asunto tan delicado como ¨¦ste. "Elaborar una ley que luego no fu¨¦ramos capaces de aplicar con rigor ser¨ªa de est¨²pidos", alert¨® esta parlamentaria.

Desde el otro grupo de la oposici¨®n, la diputada de IU Virginia D¨ªaz, portavoz de su coalici¨®n en la Comisi¨®n de Sanidad y Servicios Sociales (en la que se abordan los asuntos relativos a la infancia), aplaudi¨® abiertamente la iniciativa de Javier Urra e hizo notar que llega en muy buen momento. "En esta ¨¦poca en la que asistimos a un incremento en la violencia sobre mujeres y ni?os, todo lo que suponga educar en la l¨ªnea contraria ser¨¢ siempre muy bien recibido", advirti¨® la diputada de IU.

D¨ªaz asume que este asunto generar¨¢ "pol¨¦mica" en la sociedad madrile?a, pero defiende que la Administraci¨®n "no puede inhibirse ante los problemas". "Ya s¨¦ que en todo lo relativo a los toros se escuchan opiniones muy viscerales", admiti¨®, "as¨ª que nuestra postura pretende ser una llamada a la racionalidad. Nosotros no estamos hablando de prohibir el espect¨¢culo, sino de prevenir. La parte art¨ªstica del toreo s¨®lo se puede apreciar a partir de cierta edad. Para un cr¨ªo, en cambio, la lidia s¨®lo forma parte de lo que podr¨ªamos denominar cultura de la sangre".

Espect¨¢culos 'porno'

El promotor de esta idea hizo hincapi¨¦ en que no pretende ser tomado por antitaurino, sino s¨®lo por defensor activo de los derechos de los peque?os. "Puede que a esos ni?os a los que se les prohibiera la entrada a la plaza les gusten los toros de mayores. Me parecer¨¢ muy bien. Tambi¨¦n existen espect¨¢culos pornogr¨¢ficos a los que cualquier adulto puede asistir libremente, y no por ello son adecuados para el desarrollo de un menor de edad", argument¨® Urra. E insisti¨®: "No se trata de que metamos a nuestros hijos en campanas de cristal. S¨®lo es una cuesti¨®n de coherencia y de ¨¦tica por parte de la Administraci¨®n. Igual que prohibimos el tabaco y el alcohol hasta ciertas edades, debemos convenir en que los toros aportan im¨¢genes duras que no son adecuadas para que las presencien los ni?os".

El Defensor del Menor de la Comunidad asume que en su teor¨ªa a¨²n hay flecos pendientes de resolver. Por ejemplo, si convenimos en que los toros son nocivos para los chiquillos, las retransmisiones televisivas no deber¨ªan ofrecerse en directo, sino en diferido, lo que el propio Urra asume como una cuesti¨®n "complicada".

"En cualquier caso, que los ni?os acudan a los toros con sus padres no resuelve el problema. De la misma forma, si alguien me pregunta si me parece correcto que un padre se vaya a cazar con su hijo, yo le contestar¨¦ igualmente que no", concluy¨®.