Uno de los mejores

Que Gustavo Mart¨ªn Garzo gane el Premio Nadal es una noticia maravillosa; por el propio autor y por el Premio Nadal, que sigue siendo el premio narrativo por excelencia, con sus altos y bajos, en la historia de la novela espa?ola de este segundo medio siglo. La verdadera aparici¨®n de Mart¨ªn Garzo en el panorama literario espa?ol se produce en el a?o 1993 gracias a la perspicacia de una editora, Esther Tusquets, que supo leer el que hac¨ªa el n¨²mero cuatro de sus libros -los tres anteriores se publicaron en editoriales de difusi¨®n regional-. Aquella novela, titulada El lenguaje de las fuentes, era y sigue siendo, en mi opini¨®n, uno de los puntos m¨¢s altos alcanzados por la narrativa espa?ola de la segunda mitad del siglo que este Premio Nadal cierra. Una novela distinta, singular, audaz en extremo, creadora de una serie de im¨¢genes de lo esencial de la realidad del ser humano -Jos¨¦, Mar¨ªa, los ¨¢ngeles- de tal potencia que perviven en mi memoria como si acabase de leerla ayer mismo.Pero el mundo que daba pie a ese libro excepcional estaba ya en sus tres libros anteriores -en especial, en Una tienda junto al agua-, y lo seguir¨ªa estando en los siguientes, aunque de manera distinta, pues Gustavo Mart¨ªn Garzo, como escritor de raza que es, no intent¨® repetirse, sino que sigui¨® abriendo su peculiar, unitaria y coherente visi¨®n del mundo a nuevos retos y nunca a repeticiones de lo ya hecho.

La presencia del mal, la concepci¨®n de lo amoroso como un riesgo extremo y la relaci¨®n entre el deseo y la experiencia son las l¨ªneas centrales de su escritura. Enhorabuena, en este d¨ªa, a uno de los mejores.