La familia Molina impugnar¨¢ la decisi¨®n de vender la empresa c¨¢rnica

Los herederos de Andr¨¦s Molina no est¨¢n de acuerdo con el proceso de liquidaci¨®n de la empresa c¨¢rnica jiennense Hijos de Andr¨¦s Molina (Hamsa), emprendido por el accionista mayoritario, el Instituto de Fomento de Andaluc¨ªa (IFA). As¨ª lo har¨¢n constar en la reuni¨®n de la junta general de accionistas que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 26 y, a partir de ese momento, emprender¨¢n las acciones que "en Derecho procedan" para impugnar la venta de los activos, de acuerdo con lo que explic¨® ayer Javier Pereda, letrado que representa los intereses de la familia, propietaria del 19,6% de la empresa.

Esta decisi¨®n viene a mostrar la disconformidad de la familia por las decisiones que ha ido tomando el IFA desde que asumiera el control de la empresa en 1995. De hecho, en noviembre pasado ya adopt¨® otra resoluci¨®n en esta misma l¨ªnea, al presentar una demanda de juicio declarativo de mayor cuant¨ªa, en la que la familia reclama al organismo p¨²blico 3.800 millones de pesetas, que es la cifra en la que tasa el valor de la empresa en el momento en que abandonaron la gesti¨®n. La impugnaci¨®n no paralizar¨¢ en ning¨²n momento el proceso de liquidaci¨®n de la compa?¨ªa, dado que ¨¦ste se produce de manera irrevocable a causa de la resoluci¨®n de la Uni¨®n Europea que obliga a la empresa a devolver las ayudas que en su momento recibi¨® de la Junta de Andaluc¨ªa y el Gobierno central. Por tanto, con el procedimiento legal emprendido, lo que persiguen es que se les devuelva la cantidad que entienden que se les adeuda y los perjuicios que ha causado a sus intereses la gesti¨®n del organismo p¨²blico andaluz. Pereda se?al¨® que se pretende "demostrar de forma palmaria y evidente que el contrato suscrito con el IFA en mayo de 1995 se ha incumplido total y absolutamente". En ese documento, el Instituto se hac¨ªa cargo, de forma temporal, de la direcci¨®n de la compa?¨ªa c¨¢rnica con la intenci¨®n de evitar la p¨¦rdida de empleo y salvarla de la quiebra. Pero, en palabras de Pereda "ni se ha reflotado la compa?¨ªa ni se han mantenido los puestos de trabajo". Ahora, subraya el letrado, la Junta ha comprobado que la operaci¨®n realizada en 1995 "es muy gravosa para sus intereses y tiene que quitarse de en medio la compa?¨ªa", adem¨¢s de cumplir los criterios de libre competencia que exige el mercado. Para los antiguos propietarios, lo importante es demostrar que en los ¨²ltimos a?os la Administraci¨®n ha cometido una serie de "infracciones legales con apariencia de derecho", advierte el abogado, decisiones que ha adoptado "sin la aquiescencia de la familia Molina". Por eso, subraya Pereda, lo que pretenden es "hacer valer sus derechos y restituir el proceso expropiatorio" que entienden que se ha producido. De otro lado, considera que la entrada del IFA no ha supuesto el saneamiento econ¨®mico esperado, ya que cifran las deudas acumuladas por la empresa, desde 1995, en 11.000 millones de pesetas, en los que se incluyen los 9.000 que percibi¨® entre ayudas de la Administraci¨®n auton¨®mica y la condonaci¨®n de la deuda de la Seguridad Social. Los Molina, encabezados por los hermanos Juan y Andr¨¦s Molina, no se han planteado la posibilidad de acudir a la subasta de los activos, dado que su car¨¢cter p¨²blico permite a cualquier posible interesado pujar por los mismos. La venta de los activos se producir¨¢ a partir de la junta general de accionistas del pr¨®ximo d¨ªa 26. Hasta ahora, la empresa que ha mostrado inter¨¦s por ellos es Campofr¨ªo, que incluye la adquisici¨®n del ¨²nico elemento de valor que le queda a la firma jiennense en un plan inversor en Andaluc¨ªa, cifrado en 4.000 millones de pesetas, y que supone la instalaci¨®n de una planta de producci¨®n para la que contratar¨¢ a 300 trabajadores de los que integran la plantilla de Molina.