Triunfo en N¨¢poles de Vanessa Redgrave en un oratorio dram¨¢tico
De Simone monta una pol¨¦mica "Eleonora"
El p¨²blico de N¨¢poles premi¨® con grandes aplausos la actuaci¨®n de Vanessa Redgrave, m¨¢xima estrella de Eleonora, el oratorio dram¨¢tico con el que el teatro San Carlo inaugur¨® la noche del viernes la temporada l¨ªrica. Fue un homenaje especial para la actriz brit¨¢nica que recita con esfuerzo en un italiano inseguro su papel, pero la obra, un collage escrito y dirigido por el artista napolitano Roberto de Simone, no lleg¨® a entusiasmar.
La obra, un collage adornado con espl¨¦ndida m¨²sica sacra del setecientos, no gust¨® demasiado a la nutrida y selecta concurrencia que llenaba el San Carlo, entre la que figuraba el primer ministro italiano, Massimo D"Alema; el alcalde-ministro de N¨¢poles, Antonio Bassolino; y el presidente del Senado, Nicola Mancino.De Simone, autor dram¨¢tico y director de escena, ha querido rendir un homenaje a todos los intelectuales perseguidos por sus ideas, a trav¨¦s de la tr¨¢gica peripecia personal de Eleonora Fonseca de Pimentel, una arist¨®crata de origen portugu¨¦s que colabor¨® con los franceses en la instauraci¨®n de la breve Rep¨²blica napolitana de 1799 y fue condenada por ello a la horca. El estreno de la pieza, en la que Redgrave lee textos alusivos a condenados a muerte, torturados y perseguidos, de Le¨®n Tolstoi, Vladimir Maiakovski, Mar¨ªa Antonietta Macciocchi, Fredrich Schiller, Bertolt Brecht, Thomas Mann y Rub¨¦n Dar¨ªo (unas pocas l¨ªneas de Letan¨ªas para nuestro se?or Don Quijote) marca el inicio de los festejos del bicentenario de la revoluci¨®n del 99.
Panfletos
Pero el programa de actos no ha sido bien acogido por un sector de la poblaci¨®n napolitana. El viernes por la noche, en la entrada del San Carlo, miembros de un denominado Movimiento Neoborb¨®nico distribuyeron panfletos en los que criticaban ¨¢speramente la obra consider¨¢ndola "una mistificaci¨®n de la Historia", y las celebraciones del bicentenario, precisando que lejos de tratarse de una revoluci¨®n, en 1799, "el Reino de N¨¢poles fue invadido por el Ej¨¦rcito franc¨¦s sostenido por un pu?ado de jacobinos locales".De acuerdo con el panfleto, "los amigos de Eleonora Fonseca masacraron a 60.000 personas en los pocos meses de vida de la Rep¨²blica". Al t¨¦rmino de la representaci¨®n, llovieron de nuevo panfletos desde lo alto de los palcos, sin causar particular alboroto en el patio de butacas. Los selectos invitados aplaud¨ªan a De Simone, a la Redgrave, a Stefan Anton Reck, impecable director musical, y a todo el plantel de actores que dan vida a esta singular pieza. De hecho, la m¨²sica de autores italianos de la ¨¦poca, Leonardo Leo, Francesco Durante, Domenico Cimarosa y Giovanni Paisiello, con arreglos de Alessandro De Simone, Luigi Mogrovejo y Giancarlo Turaccio, proporciona algunos de los momentos m¨¢s bellos de una pieza de magn¨ªfica escenograf¨ªa y espl¨¦ndido vestuario.
La historia de Eleonora Fonseca y de los jacobinos napolitanos que abrazaron la causa de la Revoluci¨®n francesa y se rebelaron contra la monarqu¨ªa borb¨®nica representada por los reyes, Fernando IV de Borb¨®n y Carolina de Austria (hermana de la reina Mar¨ªa Antonieta de Francia), ha sido le¨ªdo hasta ahora en clave de "izquierdas" y "derechas". Sin embargo, los seis meses de vida de la Rep¨²blica napolitana, aplastada por las tropas del cardenal Fabrizio Ruffo y por los ca?onazos de la flota del almirante Nelson, no est¨¢n exentos de sangre y de venganza justiciera.
Buenos y malos
De Simone lo esboza brevemente en Eleonora, escenificando algunas condenas a muerte dictadas por un representante de la autoridad jacobina. Pero el artista napolitano, -autor de una Misa de R¨¦quiem en memoria del director de cine desaparecido Pier Paolo Pasolini- es rotundo a la hora de distribuir los papeles de "buenos" y "malos". La reina Carolina es presentada como una perversa y vengativa soberana frente a una Eleonora que, explica De Simone, "es una mujer extraordinaria, una intelectual que muere pagando el precio por su libertad de expresi¨®n ideol¨®gica".Vanessa Redgrave, se mantiene, en cambio, notablemente esc¨¦ptica hacia los revolucionarios. "No me siento demasiado a gusto en el papel de una revolucionaria", ha declarado, "me parece un mito que hay que desmontar. La historia nos ense?a que los revolucionarios han cometido demasiado errores. Para m¨ª el sentido de todo el espect¨¢culo, de la propia peripecia de Eleonora, est¨¢ en la b¨²squeda de una transformaci¨®n m¨¢s all¨¢ de la violencia, en la defensa de los derechos b¨¢sicos de la persona humana, el primero de todos el derecho a la vida." Para la Redgrave, Eleonora es "el s¨ªmbolo de la lucha contra la pena de muerte".
El espect¨¢culo no ha entusiasmado tampoco a la cr¨ªtica italiana que ve demasiada carga ideol¨®gica en una obra que no acaba de tener profundidad. La actuaci¨®n de Vanessa Redgrave ha sido lo m¨¢s alabado de Eleonora y, sin embargo, la actriz se mantiene en un tono de gran frialdad sin entregarse a un personaje que carece de densidad en la pieza. Pese a ello, despu¨¦s de su tr¨¢gico fin en la horca en 1799, Eleonora regresa a N¨¢poles para intentar reconquistarla por la v¨ªa pac¨ªfica de las palabras y la m¨²sica.
Babelia
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