El Atl¨¦tico puso la distancia que quiso
F¨¢cil victoria del equipo rojiblanco ante el Extremadura, aunque con un juego demasiado discreto
El Atl¨¦tico puso en el marcador la distancia que quiso. En un partido discret¨ªsimo, zarande¨® al Extremadura, que s¨®lo tuvo aire durante los primeros quince minutos. Luego confirm¨® su mediocridad. Los intentos de Ben¨ªtez por dotarle de unas se?as de identidad no ofrecen resultados visibles. En lo t¨¢ctico y en el estilo, el Extremadura no se diferencia demasiado del Atl¨¦tico. Ya se sabe: la sacralizaci¨®n de la zona y un f¨²tbol esquem¨¢tico. Pero en cuesti¨®n de jugadores anda muy corto. Honestos y laboriosos futbolistas que encuentran grandes dificultades para afrontar un partido en el Manzanares.Sobre el Atl¨¦tico, pocas novedades. Gan¨® sin problemas, pero su juego es muy esforzado, con una preponderancia del aspecto f¨ªsico y de la tendencia directa. Mejor un pase largo que uno corto; mejor acudir al rechace que buscar una pared; mejor considerar al centro del campo como una zona de combate que como un lugar de creaci¨®n. Tampoco es un equipo sobrado de calidad. En el Atl¨¦tico se puede hablar del cumplimiento de las obligaciones, pero la originalidad queda reservada para Kiko y Valer¨®n. El primero est¨¢ lesionado y el segundo trata de encontrar el dif¨ªcil equilibrio entre el sacrificio y la creatividad. Pero a falta de Kiko, Valer¨®n es la ¨²nica esperanza de apreciar lo extraordinario.
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MADRID 5 EXTREMADURA 0Atl¨¦tico de Madrid: Molina (Jaro, m.76); Aguilera, Torrisi, Chamot, Serena (Gaspar, m.63); Roberto, Mena, Valer¨®n, Lard¨ªn (Juninho, m.61); Correa y Jos¨¦ Mari. Extremadura: Amador; ?scar, Kalla, F¨¦lix, Poli; Pedro Jos¨¦, Toni, Belenguer (Viaoud, m.53), Soto, Dur¨¦ y Manuel (David, m.77). Goles: 1-0. M.1. Mena lanza una falta, el bal¨®n sale rechazado en el ¨¢rea y queda a los pies de Correa, que marca. 2-0. M.41. Serena engancha un excelente remate desde fuera del ¨¢rea. 3-0. M.60. Apertura de Valer¨®n a Roberto. Su centro es rematado de cabeza por Aguilera. 4-0. M.70. Juninho peina la pelota tras un saque de falta. Amador rechaza el remate y Roberto se adelanta a los defensores. 5-0. M.88. Pase de Mena a Valer¨®n, que controla el bal¨®n y supera a Amador. ?rbitro: Ansuategui. Amonest¨® a Lard¨ªn, F¨¦lix, Kalla y Poli. Unos 45.000 espectadores en el estadio Vicente Calder¨®n.
Otra posibilidad es Juninho. Eso cree la mitad del Manzanares. La otra mitad tiene muchas dudas. Sacchi no le encuentra sitio: frente al Extremadura jug¨® la ¨²ltima media hora. Lo hizo cabizbajo, disgustado, sin fe. No se siente querido y en estos momentos contribuye muy poco con su juego. Con Juninho ocurre que hay que montarle un equipo a su alrededor. El problema es que le faltan muchas condiciones para merecer ese privilegio. Se sab¨ªa que no quitaba y que t¨¢cticamente resulta ca¨®tico, pero se esperaba de ¨¦l bastante m¨¢s capacidad de gol y mayor contribuci¨®n en los pases decisivos. Si en estos apartados tampoco es gran cosa, resulta dif¨ªcil contruir un equipo sobre un jugador de incidencia limitada.
Al Atl¨¦tico le falt¨® finura, cosa habitual en esta temporada, pero solucion¨® el partido con una cierta autoridad. Marc¨® en el primer minuto, sostuvo el gol con cierta dificultad durante algunos momentos y luego aprovech¨® las concesiones del Extremadura, que fueron constantes. Si Ben¨ªtez pretende instalar todas sus teor¨ªas en la cabeza de Kalla, tendr¨¢ un trabajo muy complicado. Este Kalla se salta cualquier concepto riguroso del marcaje y el achique. Es una mina para los delanteros. O al menos eso pareci¨® en el Manzanares.
Kalla fue la m¨¢xima expresi¨®n de la debilidad del Extremadura, que perdi¨® la fe tras recibir el segundo gol. El tiro de Serena dobl¨® las manos de Amador y sirvi¨® para cerrar el partido. Todo el segundo tiempo discurri¨® a beneficio de inventario. Sin alardes, el Atl¨¦tico marcaba sus goles y segu¨ªa con su f¨²tbol pesadote.
Lo m¨¢s probable es que Arrigo Sacchi se sienta satisfecho. El equipo comienza a responder a un modelo muy definido, un modelo que resulta muy interesante por el lado del funcionamiento colectivo y por ciertos detalles t¨¢cticos. Sin embargo, el f¨²tbol del Atl¨¦tico de Madrid deriva inevitablemente hacia lo predecible. Por un lado, se le ve venir. Por otro, le falta gente original, quiz¨¢ porque Sacchi se tiene una confianza sin l¨ªmites. Considera que nada supera a la buena organizaci¨®n, a la laboriosidad, a la aplicaci¨®n de determinados conceptos t¨¢cticos. Y desde ese punto de vista, los jugadores terminan por convertirse en piezas intercambiables, en replicantes sin apenas rasgos individuales. Por ese camino avanza el Atl¨¦tico en la Liga.
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