Unicef env¨ªa este a?o a 28 cooperantes vascos a acciones en Am¨¦rica y ?frica

Por segundo a?o la organizaci¨®n internacional Unicef env¨ªa a proyectos en Latinoam¨¦rica y ?frica a j¨®venes vascos. En 1998, fueron 11 los que dedicaron doce meses de su vida, gracias a las becas del Gobierno vasco, a la solidaridad. Este a?o, la cifra ha crecido hasta m¨¢s del doble: los cooperantes ser¨¢n 28, de los que 21 van por primera vez. El trabajo que desarrollar¨¢n abarca diferentes ¨¢reas y est¨¢ orientado tanto a adultos como a ni?os.

Los pa¨ªses donde trabajar¨¢n estos j¨®venes son M¨¦xico, Ecuador, Colombia, Bolivia, Per¨² Venezuela, Costa Rica, Cuba y Togo. En algunos casos, como el de este pa¨ªs africano, el trabajo se hace sobre el terreno, con las comunidades. En otros, la labor de estos j¨®venes es desarrollar proyectos a largo plazo y ocuparse principalmente del "papeleo", como indica la presidenta de Unicef en el Pa¨ªs Vasco, Consuelo Crespo. "Van a realizar un trabajo m¨¢s de gesti¨®n, de oficina. No se trata de construir una escuela, algo que siempre es positivo pero que no deja de ser una ayuda puntual, sino de programar el desarrollo de un pa¨ªs a varios a?os vista". "Hay un concepto que es muy nuevo en Unicef y es el enfoque de derechos. Es el futuro de la cooperaci¨®n. Se trata de calar conceptos en la sociedad, como el de que los ni?os son sujetos de derecho. Todo este trabajo traer¨¢ muchos beneficios a largo plazo", explica M¨®nica Hernando, abogada de 27 a?os, que saldr¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 16 hacia M¨¦xico. "Se trata de trabajar con la demanda. Cambiar la mentalidad de esa gente para que se creen ese tipo de necesidades y sea la propia sociedad la que pida sus derechos", concreta Natividad Campillo, una de las que fueron el a?o pasado a Latinoam¨¦rica. Ella asegura que esta experiencia "engancha". A pesar del reciente secuestro de la cooperante navarra en Colombia, ninguno de estos j¨®venes (entre los que s¨®lo hay tres hombres) piensa que su actividad suponga un riesgo; sus padres, s¨ª. "Se ponen pesad¨ªsimos. Los riesgos los corres en todas partes. Aqu¨ª te puede atropellar un coche", dice Nati. "No es lo mismo irte solo a una comunidad de la selva que estar protegido por una gran organizaci¨®n", apunta Crespo. La selecci¨®n de candidatos ha sido exhaustiva. Un requisito importante era que se tuviera experiencia. "Por eso todos los elegidos provienen del programa de verano, en el que 100 j¨®venes vascos aprenden en distintas ONG", comenta Crespo. La cuant¨ªa de las becas por cooperante es de unos dos millones de pesetas, que proporciona el Gobierno vasco dentro de su programa de ayudas a organismos de Naciones Unidas.