Fallece Aldo van Eyck, arquitecto clave del estructuralismo holand¨¦s

El arquitecto Aldo van Eyck falleci¨® el pasado jueves, a los 80 a?os de edad. La figura m¨¢s representativa del llamado "estructuralismo holand¨¦s" fue un arquitecto deslumbrante y un polemista abrasivo que encarn¨® el esp¨ªritu sociol¨®gico de los a?os sesenta, y que mantuvo la energ¨ªa cr¨ªtica y creativa hasta sus a?os finales.

Hijo del poeta y fil¨®sofo Pieter Nicolaas van Eyck y de Nelly Estelle Benjamins, una mujer de origen jud¨ªo y latino que se hab¨ªa criado en Surinam, Aldo naci¨® en Holanda el 16 de marzo de 1918, pero al a?o siguiente la familia se traslad¨® a Gran Breta?a, y all¨ª pas¨® su infancia y primera juventud, modelado a la vez por la erudici¨®n humanista del padre y por la vitalidad tropical de la madre. Despu¨¦s de completar su educaci¨®n secundaria en La Haya entre 1935 y 1938, se form¨® como arquitecto en la prestigiosa ETH de Z¨²rich, titul¨¢ndose en 1942. La guerra le retuvo los a?os siguientes en la neutral Suiza, y all¨ª se integr¨® en el c¨ªrculo de artistas de vanguardia formado en torno a Carola Giedion-Welcker (esposa del historiador Sigfried Giedion), cuya poderosa personalidad influy¨® decisivamente en la carrera de Van Eyck; tambi¨¦n en Z¨²rich conoci¨® a la arquitecta Hannie van Roojen, con la que contrajo matrimonio en 1943, y que ser¨ªa su colaboradora durante la ¨²ltima etapa de su vida.Tras regresar a Holanda en 1946, Van Eyck trabaj¨® en el Departamento de Obras P¨²blicas de Amsterdam, construyendo m¨¢s de medio centenar de parques de juegos infantiles, donde pudo experimentar las combinaciones formales y la coreograf¨ªa optimista que impregnar¨ªan su trabajo posterior. La estrecha relaci¨®n con los artistas del grupo CoBrA y los viajes por el continente africano alimentaron su visi¨®n cr¨ªtica del racionalismo arquitect¨®nico, por entonces ya anquilosado y burocr¨¢tico, y con cuyos l¨ªderes colaboraba en el marco de los CIAM (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna). El d¨¦cimo de estos congresos, celebrado en 1956, fue organizado por un grupo de j¨®venes radicales entre los que estaba Van Eyck, que adoptaron el nombre de Team X (por el CIAM X) y que aprovecharon la oportunidad para demoler desde el interior un edificio intelectual que juzgaban caduco.

Los CIAM se disolvieron finalmente en 1959, y a partir de entonces el liderazgo de la vanguardia arquitect¨®nica pas¨® a los j¨®venes turcos del Team X: Alison y Peter Smithson, Candilis, Bakema y Van Eyck. Los dos ¨²ltimos se hicieron cargo en esa fecha de la revista Forum, que actuar¨ªa como portavoz del movimiento en los a?os siguientes, los m¨¢s fruct¨ªferos de la trayectoria de Van Eyck, cuya proyecci¨®n p¨²blica a trav¨¦s de los proyectos, los pol¨¦micos textos y la docencia lo convertir¨ªa en un inexcusable punto de referencia durante los sesenta, y en la figura que mejor expres¨® la sensibilidad ideol¨®gica del 68. Su fascinaci¨®n por la construcci¨®n vern¨¢cula y su malestar con el eurocentrismo homogeneizador le hicieron preconizar una arquitectura que aspiraba a sustituir el espacio y el tiempo por "el lugar y la ocasi¨®n", y la fusi¨®n de esa dimensi¨®n antropol¨®gica con la tradici¨®n neopl¨¢stica de los Pa¨ªses Bajos cristaliz¨® en lo que despu¨¦s se llamar¨ªa estructuralismo holand¨¦s, en el que el orden geom¨¦trico est¨¢ al servicio de la forma azarosa y cambiante de la comunidad.

La "claridad laber¨ªntica" de este estructuralismo, que orquesta con elementos r¨ªtmicos la libertad imprevisible del movimiento humano, se expresa admirablemente en el orfanato de Amsterdam. Esta obra maestra, terminada en 1960, alberga a los ni?os en una aldea geom¨¦trica e inabarcable, racional e inesperada a la vez, cuya belleza emblem¨¢tica proviene tanto de la reiteraci¨®n musical de las b¨®vedas como de lo que el conjunto tiene de manifiesto humanista y libertario. La iglesia Pastoor van Ars de La Haya y el pabell¨®n de esculturas de Arnhem, construidos ambos en los a?os sesenta, emplean tambi¨¦n esa gram¨¢tica que combina el orden de los peque?os elementos repetidos con el azar de los acontecimientos imprevistos, pero ning¨²n proyecto posterior alcanzar¨ªa la pureza ret¨®rica del orfanato.

En los setenta Van Eyck construy¨® la residencia para madres y ni?os de Amsterdam, un proyecto de complicadas geometr¨ªas y vivos colores, que llegar¨ªan al paroxismo durante los ochenta con la sede para la Agencia Europea del Espacio en Noordwijk, en la que combin¨® un extravagante orden endecag¨®nico (basado en el pol¨ªgono de once lados) con todo el registro crom¨¢tico del arco iris. Provocador en su arquitectura, y dulce en su trato, con Aldo Van Eyck mueren tambi¨¦n un poco las esperanzas de una d¨¦cada inocente y optimista.