Egevasa y Lubasa compiten con cuatro grupos por el servicio del agua de Calpe

La batalla por el negocio del agua potable se ha extendido a toda la Comunidad Valenciana. En esta ocasi¨®n el pulso se sostiene en el municipio de Calpe, gobernado por el PP. La Corporaci¨®n de Calpe proyecta conceder el servicio a una sociedad mixta, participada en un 30% por el Ayuntamiento. Para la elecci¨®n del socio privado, propietario del 70% restante de la sociedad, se ha convocado un concurso, que se resolver¨¢ la pr¨®xima semana. El plazo de presentaci¨®n de ofertas concluy¨® en la primera quincena del mes pasado. En el registro se presentaron cinco propuestas: la uni¨®n temporal de empresas formada por Egevasa y Lubasa, Aguas de Valencia, encargada desde 1994 de la gesti¨®n de suministro de agua y limpieza del alcantarillado de Calpe; Aguas de Barcelona, Fomento de Construcciones y Contratas y Urbaser, del grupo Central Hispano (BCH). Este concurso coincide en el tiempo con la privatizaci¨®n del 49% de la sociedad de aguas de la Diputaci¨®n de Valencia. La Corporaci¨®n provincial tiene previsto adjudicar el 49% de Egevasa el pr¨®ximo lunes a una sociedad de reciente creaci¨®n, en la que figuran como accionistas Lubasa, BCH y el Grupo Bancaixa. Aguas de Valencia opt¨® a este concurso y perdi¨®. La sociedad del constructor Luis Batalla se ha presentado a la pr¨¢ctica totalidad de concursos convocados por las diferentes administraciones p¨²blicas para privatizar la gesti¨®n del agua potable. Concursos pendientes Despu¨¦s de estos dos concursos, (Egevasa y Calpe) est¨¢n pendientes los del Ayuntamiento de Castell¨®n y el m¨¢s importante de la Comunidad, el de la ciudad de Valencia. La Corporaci¨®n que dirige Rita Barber¨¢ utilizar¨¢ un sistema similar al utilizado por el Ayuntamiento de Calpe, es decir, constituir una sociedad, con una participaci¨®n p¨²blica minoritaria y el resto adjudicarlo a socios privados, preferiblemente valencianos. En esta carrera, Aguas de Valencia, que gestiona el servicio desde hace unos 75 a?os parte como favorita. El reparto del negocio del agua potable en la Comunidad Valenciana se ha convertido, a consecuencia de la pol¨ªtica de privatizaciones impulsada por el actual gobierno de la Generalitat, en foco de tensiones entre los grupos privados. El conflicto en Aguas de Valencia, que se prolonga m¨¢s de seis meses, es un ejemplo. La pugna no se localiza s¨®lo en el sector privado, sino que se ha trasladado al terreno de la pol¨ªtica, donde existe una batalla sin cuartel entre las diferentes familias del PP.