Quedan en libertad los dos menores sospechosos del crimen de la movida sevillana
S¨®lo una herida mortal y dos navajas limpias de restos. La justicia, simplemente, no sabe qui¨¦n clav¨® la hoja de su arma en el coraz¨®n de Alejandro M¨¦ndez el 7 de noviembre pasado. En la noche del viernes, los dos menores de edad (aunque no penal) y principales sospechosos del crimen, Isaac y Manuel, abandonaron las celdas que ocupaban en la c¨¢rcel de Sevilla 2 desde noviembre con destino a sus casas, esquivando la prisi¨®n preventiva. El fiscal hab¨ªa pedido el mismo lunes la puesta en libertad de ambos, ante la imposibilidad de discernir qui¨¦n de los dos (o incluso si fue uno de ellos) empu?¨® la navaja que mat¨®. El informe forense aseguraba que era imposible que la herida en el pecho de Alejandro les contara cu¨¢l de las dos navajas aprehendidas por la Polic¨ªa era la responsable. Incluso se dejaba abierta la posibilidad de que no fuera ninguna de ellas, s¨®lo se aseguraba que ambas eran "compatibles" con la pu?alada. La profundidad del pinchazo, que llegaba al coraz¨®n de la v¨ªctima, era de 15 cent¨ªmetros y ninguna de las navajas era tan larga. Los forenses consideran que la elasticidad del cuerpo al recibir el impulso de la pu?alada o una inspiraci¨®n pod¨ªan explicar ese hecho. La defensa de los dos j¨®venes hace otra lectura y considera, tal y como aseguraba el viernes el abogado de Isaac, Jos¨¦ Antonio Salazar, que lo que corresponde investigar ahora es si hubo m¨¢s navajas en la reyerta, tal y como el defensor asegura que indican algunos de los testimonios que ha escuchado la juez. El propio absurdo del suceso que acab¨® en muerte complica la situaci¨®n. Una pelea por unos refrescos en los Jardines de Murillo, atrajo a la pandilla de Isaac y Manuel. Estos dos, seg¨²n testimonios policiales, tiraron de navaja. Durante algunos momentos, y siempre seg¨²n la versi¨®n policial, ambos j¨®venes cre¨ªan que hab¨ªan hecho blanco en el cuerpo de Alejandro. Isaac se present¨® en casa de un amigo cerca de las tres de la ma?ana y le dio su navaja para que la escondiera. ?ste, asustado por los acontecimientos, la entreg¨® a la polic¨ªa, eso s¨ª, limpia como la patena. El otro sospechoso tir¨® su arma a una alcantarilla. Tambi¨¦n impoluta. Las decenas de testimonios de menores ante la juez Dolores S¨¢nchez no sirvieron para dar una idea clara de qui¨¦n hab¨ªa sido el asesino material. La temporada (desde el pasado noviembre) que han pasado los dos j¨®venes en prisi¨®n tampoco ha tra¨ªdo consigo una confesi¨®n ni una acusaci¨®n. Ma?ana se sabr¨¢ si ambos j¨®venes siguen imputados o no.
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